Sinopsis & Ficha Técnica
Un descubrimiento hace que dos príncipes humanos forjen un peculiar vínculo con una asesina y emprendan una épica aventura para detener la guerra entre sus reinos.
- Título original: The Dragon Prince
- Año: 2018
- Episodios: 27
- Temporadas: 3
- Duración: 25 min / Ep.
- Género: Fantástico, Aventuras
- País: Estados Unidos
- Dirección: Aaron Ehasz, Justin Richmond (Creator), Giancarlo Volpe (Creator), Justin Richmond
- Guion: Aaron Ehasz, Justin Richmond
- Música: Frederik Wiedmann
- Productora: Netflix
Tráiler
Reseña
El príncipe Dragón o The Dragon Prince es la nueva propuesta de animación de Netflix, que estrenó su primera temporada en septiembre de 2018 y que acaba de estrenar su siguiente arco argumental. Solo diremos que los primeros 9 episodios nos duraron una tarde, y la segunda temporada la vimos en dos días, porque no tuvimos tiempo de hacer maratón. ¡Lo pasamos pipa!
Nuestro interés por esta serie radica principalmente en que su creador es Aarón Ehasz, el mismo que el de Avatar: La leyenda de Aang, sin duda una de nuestras series de animación favoritas, que por cierto estamos revisionando. No podíamos perdernos esta nueva aventura, a pesar de que son historias totalmente independientes. El resto del equipo creativo está formado por miembros que trabajaron también en Star Wars, Uncharted o Liga de la Justicia, así que la calidad estaba prácticamente asegurada.
La estética bebe mucho de la épica medieval con toques modernos, seguro que encontrareis que los diseños de las razas y los ropajes tienen similitud con otros vistos en el mundo de los videojuegos, donde la fantasía medieval es de los géneros más aprovechados. Eso no quita para que el diseño de los personajes de The Dragon Prince nos haya parecido de lo más atractivo, al igual que sus armas, sobre todo las de los elfos. La representación de la magia también está muy lograda, consiguiendo una buena armonía entre alquimia y fantasía.
No os dejéis engañar por los primeros 3 minutos del episodio piloto, nosotros empezamos a regañadientes y por pocos nos perdemos una de las mejores series de animación de 2018. Primero la tipografía típica de ESDLA nos dio un tufillo a copia, y luego su técnica de animación, que mezcla estilo digital con 2D, pero con una tasa de FPS un poco inferior a lo que estamos acostumbrados, nos dio la impresión de un pseudo stop motion en los movimientos de los personajes.
Este recurso se utiliza normalmente para ahorrar presupuesto en la animación, aunque en este caso no es tan grave como en otros que hemos tenido el “placer” de ver, como las últimas polémicas temporadas de Berserk. Del mismo modo podréis verlo en la película de Blame!, también de Netflix, y en la película de animación “Spiderman: un nuevo Universo”, que nos pareció sublime. Tanto en ésta última como en El príncipe Dragón, el recurso está bien implementado, solo es cuestión de acostumbrarse, enseguida lo veréis de forma normal, y la historia merece muchísimo la pena.
No podemos negar las similitudes con la anterior serie del creador, sobre todo en la estructura de los episodios, pero esto no supone algo negativo. Todos comenzarán con “Libro 1: La Luna. Capítulo 1: No hay vuelta atrás”. Otra semejanza radica en el grupo de 2 chicos + 1 chica + 1 criatura, y el hecho de tener que realizar un viaje hasta cierto punto, una misión que les obliga a recorrer grandes distancias, y las aventuras que saldrán a su paso durante su travesía.
La premisa es otra de las marcas de la casa de Ehasz, y nos referimos por supuesto a la importancia de la magia elemental. Aquí tendremos 6 fuentes primigenias de poder: El sol, la luna, las estrellas, el cielo, el mar y la tierra. La séptima por supuesto es la magia oscura.
El primer episodio ya nos pone en situación: Un conflicto bélico separa a los humanos de las razas mágicas (elfos y dragones), que claman venganza por la muerte del rey de los dragones y su pequeño huevo, que algún día sería príncipe. Los humanos, en su infinita y conocida codicia, se retiran al oeste del continente creando cinco reinos, y dominando exclusivamente la magia oscura, aunque solo unos pocos son capaces de ello. Todo esto y algunos otros detalles los narrará una voz en off durante los primeros minutos del episodio, contándonos un eficaz resumen y dándonos una amplia perspectiva de lo que está por venir. Esto anula la presencia de un opening como tal en los capítulos posteriores, optando por un pequeño recordatorio de lo sucedido en el episodio anterior y una escena característica.
Los personajes nos han parecido carismáticos, tanto a nivel de diseño, como decíamos anteriormente, como a nivel de carácter. Vemos que desde un principio sus personalidades han estado muy bien definidas, solo nos queda ir descubriendo cómo irán evolucionando, porque de momento en esta primera temporada no nos han decepcionado. Tanto nos han gustado que no podríamos elegir un favorito de entre el grupo de protagonistas.
Rayla es una elfa de la luna, muy orgullosa de su gente, pero con ciertos principios morales que van en contra de sus creencias. Los príncipes Callum y Ezran son hermanastros, su madre ha fallecido y Callum es príncipe adoptivo, lo que le confiere ciertas muestras de desprecio y odio por parte de la corte. Del plantel de secundarios, destacamos la figura del Rey y a su mano derecha, así como a sus hijos. También hay una aparición estelar de una soldado que nos recordó a Brienne de Juego de Tronos, con la particularidad de que es muda. Muy buen personaje.
El conflicto no deja de ser bastante típico: dos mundos, dos “razas” en guerra por un motivo que mucho tiene de malentendido, y nuestro trío no tendrá más remedio que tirarse de cabeza para intentar resolver al menos una parte, ayudando a ambas naciones. Enseguida comienza a establecerse una conexión entre ellos, fundamental cuando se emprende una misión tan peligrosa como la que ellos deciden iniciar.
Hay un contraste muy interesante en todo esto, y no es otro que la juventud de los personajes. Igual que pasaba con Aang, vemos que los niños llevan el peso de la historia, y que los adultos son en todo momento secundarios. Sin embargo, la atmósfera que se construye a su alrededor desde el primer momento es oscura y sombría, aportando el toque maduro. Eso si, no esperéis sangre porque no la hay, pero en nuestra opinión, no hace ninguna falta, han sabido lograr un buen equilibrio.
Si por algún casual estáis pensando que esta serie se parece un poco a (Des)encanto, la propuesta de fantasía medieval de Matt Groening también estrenada en Netflix, sabed que las similitudes empiezan en la época en la que se desarrolla y en que una de las protagonistas tiene el pelo blanco, para de contar. Dos enfoques totalmente distintos de la magia, y aunque The Dragon Prince tiene toques de humor, no es en absoluto uno de sus pilares fundamentales. Se centra en transmitir valores y vivir aventuras, como una buena historia de fantasía.
Tampoco os vamos a engañar, la trama se queda bastante abierta al final del noveno episodio, y la segunda temporada tampoco queda del todo cerrada, sino que se presenta como un paso más en la travesía. Lo mejor de esta segunda tanda de 9 episodios es que enriquece muchísimo las bases de la historia que ya nos han contado, aunque la trama principal no avance demasiado, sentimos que conocemos mucho más a los personajes, afianza nuestra relación con ellos, y comenzamos a comprender sus claroscuros.
Esta serie es de las que cuentan un viaje, en la que lo importante es el camino, no el destino. Así que sentaos frente a la televisión y disfrutad, sobre todo ahora que el estreno de la tercera temporada está reciente, que por cierto nos ha flipado muchísimo. Cada temporada supera al anterior, incluso nos atreveríamos a decir que El Príncipe Dragón se supera en cada episodio. Han sabido abarcar cada vez más y profundizar en todo aquello que en los primeros capítulos solo podíamos adivinar. Todo se vuelve más místico, más mágico, más épico.
Aunque la trama de esta tercera temporada queda más cerrada que en las anteriores y podríamos considerarla un final de serie, dejan algún que otro cabo suelto, así que esperamos con ansias la cuarta, porque El príncipe Dragón va camino de seguir la estela que dejó Avatar en nuestros corazones.
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4 comments
Terminada. Quiero más. Qué pasada. Se me hacía raro al principio la animación, pero es genial. Espero con ganas la siguiente temporada.
Está claro que el «Libro 1» busca una presentación de los personajes (buenos, malos y secundarios) pero está pensado como una serie de varias (entiendo que 7 por cada tipo de magia) temporadas. Espero que sigan siendo así de cortitas y que no se quede a medias, claro jajajaç
es el mejor
Hay que ser retrasado para decir que esta serie de animación se parece a esdla, parece que todo lo que sea fantasía medieval es copia de esdla si señor, porque hay elfos??? y magos??? ale
Primero, hay que aprender a leer antes de opinar, no tenemos ni idea de donde sacas que hemos dicho que la serie se parece a ESDLA. Si tienes en cuenta nuestras palabras, nos referimos a la semejanza en la TIPOGRAFÍA, es la única mención que hacemos al Señor de los Anillos y lo hacemos DOS VECES a lo largo de la reseña, como punto negativo ya que no tiene necesidad de recurrir a esa semejanza.
Y ya después de leer y comprender, puedes llamar retrasado a quien quieras, pero por aquí no eres bien recibido 😉