Sinopsis & Ficha Técnica
Kell es uno de los últimos magos viajeros con una extraña habilidad para trasladarse entre universos paralelos conectados por una ciudad mágica. Existe un Londres Gris, sin magia y con un rey loco. Un Londres Rojo, donde se honra la vida y la magia y donde Kell creció junto al heredero de un imperio esplendoroso. Un Londres Blanco, donde la lucha por controlar la magia dejó una ciudad en ruinas. Y mucho tiempo atrás, había un Londres Negro. Pero ya nadie habla de eso. Oficialmente, Kell es el viajero Rojo y responsable de circular la correspondencia entre los nobles de cada Londres. Extraoficialmente, es un contrabandista, un hobby con consecuencias letales… Durante un viaje, Kell se cruza con Delilah Bard, una ladrona idealista, quien aprovecha su encuentro para robarle un objeto misterioso. Entonces, una magia peligrosa emerge y la traición acecha en cada rincón. Para mantener a todos los mundos a salvo, ambos tendrán primero que pelear por seguir con vida.
- Autores: V.E. Schwab
- Traductor: Julieta María Gorlero
- Publicación: 2019
- Género: Fantasía
- Editorial: Minotauro
- Nº de páginas: 400 / 528 / 688
- Encuadernación: Tapa blanda 230 x 150 mm.
- ISBN: 978-84-450-0601-6 / 978-84-450-0602-3 / 978-84-450-0603-0
Reseña
V.E. Schwab es una de las autoras de fantasía más populares del panorama actual. La conocimos con una de sus novelas más maduras, “La vida invisible de Addie LaRue”, y aunque puso el listón muy alto, quisimos indagar más en su obra.
Sabéis que a veces, cuando se trata de una saga o trilogía, reseñamos el primer libro para que sepáis un poco de qué va la historia y si despierta o no vuestro interés para continuarla. Lo hacemos así sobre todo porque muchas veces no ha terminado de publicarse, como pasó con la saga Hechicero, o incluso porque nosotros mismos aún estamos inmersos en la lectura de los siguientes tomos.
Sin embargo, cuando se trata de una trilogía o saga que ya se ha publicado en su totalidad en español y la hemos leído del tirón, nos gusta más reseñarla como una única obra, tal como hicimos con Crónicas de la Elegida, porque cuando se trata de tramas de fantasía, es probable que algunos personajes no sobrevivan o cambien de bando, condición o estado, y no queremos hacer ningún spoiler si reseñamos cada libro por separado. Al fin y al cabo, lo más habitual cuando a alguien le gusta el primer tomo de una trilogía es que continúe leyéndola.
Por tanto, en esta reseña nos centraremos en el contexto general de Sombras de Magia, dando nuestra visión objetiva dentro de lo que podamos, sobre cada uno de los tres libros que la componen (Una Magia más Oscura, Concilio de Sombras y Conjuro de Luz) pero sin entrar en spoilers. Tendremos que simplificar algunos conceptos para evitar extendernos demasiado, así que permitidnos algunas licencias.
Lo primero que llama la atención de esta trilogía es el planteamiento de un multiverso con 4 mundos, todos llamados Londres y todos con una toponimia muy similar. Londres Rojo, Londres Gris, Londres Blanco y Londres Negro. Algunos rezuman magia, en otros apenas existe.
Recorreremos sus calles, castillos y puertos, descubriendo cuatro mundos muy bien hilados, que en un momento estuvieron unidos y conectados, con la magia fluyendo entre ellos como si de un río se tratase, pero cuyas puertas ahora han sido bloqueadas. El Londres Rojo será el que tenga más peso en la trama general, pero se nutrirá de los sucesos de otros Londres para avanzar en la historia. Pensad en ellos como un mapa hecho con papel vegetal, donde cada Londres está encima o debajo del siguiente, de forma que un mismo lugar puede encontrarse en varios Londres a la vez, pero ser cosas distintas. Del mismo modo, puedes estar “A un Londres de distancia” de otro, o a “dos Londres de distancia”, puesto que, para viajar a uno en concreto, hay que pasar por otros, no parten de un esquema circular equidistante.
El Londres Gris equivaldría a nuestro mundo en una época pasada, un mundo donde la magia no existe. En el Londres rojo se honra a la vida y a la magia a partes iguales, mientras que en el Londres Blanco la magia se está extinguiendo y los humanos que viven allí tienen tendencia a la corrupción. Por último está el Londres Negro, un mundo antaño consumido por la magia, que amenazaba con devorar a los demás Londres si no se erigía pronto una barrera que contuviera su poder. Interesante, ¿verdad?
Algo que nos gusta mucho “analizar” es la manera que tienen de tratar la magia las novelas de fantasía que tocan el tema. Nos encanta comparar la forma que tiene el autor o la autora de plasmar esa energía que mueve al mundo con otros escritores. Por ejemplo, una de nuestras “magias favoritas” a día de hoy es la que se trata en la trilogía Crónica del Asesino de Reyes, donde Kvothe aplica la simpatía en objetos -y personas-, logrando vínculos que le permiten lograr cosas que de otro modo no podría. Otros autores prefieren los hechizos comunes, algunos las varitas, otros las profecías o la magia arcana, la alquimia, la magia elemental o la hechicería.
En este caso Schwab trabaja con magia elemental (agua, viento, tierra y hueso), donde los magos son capaces de controlar uno o más elementos, según lo poderosos que sean, y doblegarlos a voluntad. Existe además otro tipo de magia, la magia de sangre, reservada para aquellos a los que llaman “antari”. Como podéis adivinar, no es un poder fácil de dominar, y requiere un sacrificio por parte del mago que la realiza. Sin embargo, esto les permite traspasar las barreras entre los Londres y favorecer una comunicación diplomática entre sus gobernantes, entre otras cosas menos “burocráticas” y más interesantes, que nos llevarán a vivir las aventuras que suceden a lo largo de esta trilogía. Por si fuera poco, el tráfico de objetos entre los Londres está terminantemente prohibido, ya que traería consecuencias catastróficas.
Pero no todos los personajes tienen afinidad con la magia, ya que en este universo, el poder elige a sus portadores. No se trasmite con el linaje ni se aprende, hay personas que nacen con magia, y otras no. Y he aquí otro de los puntos fuertes de Sombras de Magia: la inmensa variedad de personajes que presenta, y como utiliza a su favor los acontecimientos para que poco a poco vayamos conociéndoles un poco más. Esto se nota sobre todo en el segundo libro, donde nos presentarán a un buen número de magos y qué es capaz de hacer cada uno, de forma muy amena y entretenida, sin dejar de lado la historia principal.
Nos gustaría mucho hablar sobre algunos personajes que nos han encantado, pero puesto que no se incorporan del todo a la escena hasta bien entrado el primer libro o incluso ni siquiera entonces, vamos a abstenernos de comentar este punto.
De quien sí podemos hablar es de Kell Maresh, un mago antari, con un ojo azul y el otro negro (la marca característica), que además de ser uno de los magos más poderosos de los Londres, posee un curioso abrigo con múltiples “capas”; cada vez que lo dobla o le da vuelta sobre sí mismo encuentra una nueva prenda, que le será de utilidad según la situación a la que se enfrente. Al fin y al cabo, uno no puede ir con el rojo y dorado de la Corona a todas partes, a veces necesita ser más discreto, sobre todo si hablamos de contrabando extraoficial, que como ya hemos dicho, no está permitido. Sin duda todo un acierto por parte de la autora, convertir a un abrigo casi en un personaje en sí mismo, que además le aporta tanto a nuestro protagonista.
Uno de los personajes que más nos ha gustado es Lila Bard, por todo lo que evoluciona y muta a lo largo de la trilogía, y que casi nos despierta más empatía que el propio Kell. Una hábil ladrona deseosa de aventuras se topará con el antari en un oscuro callejón, y las vidas de ambos quedarán irremediablemente conectadas.
En cuanto a la estructura de la trilogía, nos encontramos también con un planteamiento curioso: A pesar de que el hilo argumental conecta los tres libros, cada uno se centra alrededor de un evento o misión concreta. Para poneros un ejemplo sencillo, resulta similar a la estructura de la saga Harry Potter. Primero la Piedra Filosofal, luego La Cámara Secreta… Cada año en Hogwarts sucede “algo” que le da sentido a la historia, pero todo fluye en una misma línea temporal que va avanzando y permitiendo que los personajes crezcan.
Por tanto, el primer libro funciona al mismo tiempo como introducción a este universo y como una historia en sí misma, aunque con un trazado más simple que lo que está por venir. Sin embargo, hay un punto que debemos comentar y que aun a día de hoy nos chirría. En La vida invisible de Addie LaRue descubrimos que la pluma de Schwab es sin duda envolvente. Sabíamos que había escrito Sombras de Magia antes, con lo que contábamos con una prosa menos “madura”, pero lo que no esperábamos era encontrarnos con unas primeras páginas tan poco atractivas, no por lo que nos contaban, sino por la manera que tenían de hacerlo. Nombres propios excesivamente repetidos (llegamos a contar 20 “Kells” en 2 páginas, podéis ver una imagen haciendo click aqui), sinónimos que brillaban por su ausencia… En fin, algo decepcionante. Por suerte esto cambia enseguida, a las pocas decenas de páginas, así que no os dejéis llevar por este pequeño bache ni os desilusionéis con la historia, porque pronto las cosas se pondrán muy interesantes.
En nuestra opinión, Sombras de Magia se mueve en un incuestionable crescendo, siendo Conjuro de Luz el mejor de los tres libros con diferencia, tanto por la profundidad que toma la historia como por los sucesos que leeremos, o más bien, devoraremos. Si bien Una Magia más Oscura y Concilio de Sombras nos gustaron mucho, la trilogía gana enteros con Conjuro de Luz.
Otro de los aspectos que nos ha resultado agradable de esta lectura es el diseño gráfico y la edición. Los libros están divididos en distintas partes, que a su vez están subdivididas en capítulos, con lo que resulta bastante sencillo dejar y retomar la lectura, pues fácilmente iremos de parte a parte si tenemos tiempo, o leeremos dos o tres capítulos del tirón.
El diseño de portada es sin duda bastante llamativo y singular, predomina el blanco, el rojo y el negro, haciendo clara alusión a los Londres que ya hemos mencionado, y logrando destacar entre otros del mismo género. También pesa bastante poco, ya que las páginas no tienen un gramaje excesivo, por lo que resulta bastante cómodo de leer.
Y ya vamos terminando, en general Sombras de Magia nos ha parecido una buena trilogía que incorporar a nuestra estantería. Si bien hay otras novelas del género que nos han marcado más, recomendaríamos esta obra por lo variado de su universo y de sus personajes, además de por los aspectos tan originales que hemos mencionado.
Además, si os apetece indagar un poco más en Arnes (la capital del Londres Rojo) y el universo de Sombras de Magia, os recomendamos la serie de cómics que se está publicando actualmente sobre El Príncipe de Acero. Se trata del padre de Kell y Rhy, y nos contará sus andanzas de juventud, digamos que cada cómic trata un suceso concreto en un pequeño espacio de tiempo. Eso si, recomendamos leerlo post-novelas, ya que hay muchas cosas que se dan por sentadas. El dibujo en sí no es de nuestros estilos favoritos, y el diálogo es algo tosco, pero las portadas son una maravilla, y cada tomo trae contenido extra –entrevistas, bocetos etc – que merece mucho la pena.
Y como curiosidad, aunque aún no hay nada confirmado, parece que va a trasladarse al cine, en un principio se barajó una serie de la mano de la productora de Gerald Butler, pero finalmente se decantaron por una película, de la cual anunciaron a su guionista en 2019 pero apenas hay más datos desde entonces.
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