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[Reseña] Crónicas de la Elegida

by Déjense Ver
Tiempo de lectura: 7 minutos

Sinopsis & Ficha Técnica

Una gota de sangre ha acabado con todo. En su lugar se alzará algo extraordinario.

Año Nuevo, Escocia. Una familia de cazadores se contagia de un virus procedente de la sangre de un faisán. Regresan a casa convertidos, sin saberlo, en transmisores de una misteriosa plaga que causará millones de víctimas a una velocidad imparable. Mientras las personas enferman y mueren, el terror y la locura se extienden por todo el planeta. Pero entre las ruinas y el caos hay un destello de esperanza: un grupo de supervivientes en apariencia inmunes al germen emprende un viaje hacia lo desconocido. Ninguno sabe si el periplo acabará en algún momento, ni si habrá supervivientes. Lo único que saben es que algunos de ellos han desarrollado extraños poderes que tal vez puedan ayudarles a instaurar un nuevo orden. Porque si ha llegado el final, lo siguiente es un nuevo comienzo.

  • Títulos: Año Uno / Sangre y hueso / Nueva Esperanza
  • Autor: Nora Roberts
  • Año: Sept 2019 / Mayo 2020 / Jul 2020
  • Género: Fantasía, Catástrofe
  • Editorial: Plaza & Janes
  • Nº de páginas: 464 / 512 / 512
  • Encuadernación: Tapa blanda
  • ISBN: 978-84-01-02242-5 / 978-84-01-02338-5 / 978-84-01-02412-2

Reseña

Normalmente solemos reseñar sólo el primer libro de una saga o trilogía, para animar al lector a empezar con la historia y que pueda decidir si es o no de su agrado. Sin embargo, en esta ocasión nos ha sido imposible soltarlos, hemos devorado los 3 tomos de Crónicas de la Elegida en poco más de una semana, así que os contaremos nuestras impresiones generales de la saga.

Seguro que muchos asociáis a Nora Roberts con el género romántico o suspense romántico, pues es cierto que el grueso de su obra se desarrolla bajo ese paraguas, y de hecho hemos leído varios títulos suyos de ese estilo y nos han gustado mucho, pero también se mueve en otros palos con mucho acierto.

Sin duda es una de las escritoras más prolíficas de nuestro tiempo, incluso el mismo Stephen King ha dicho en varias ocasiones que “le encanta”. En nuestra opinión, es alguien muy versátil dentro de su propio estilo narrativo, y en esta ocasión nos lo demuestra con creces. Nunca habíamos leído nada de ella que se apoyara en el género fantástico, pero sí que tenemos constancia de otra serie llamada “Trilogía de los Guardianes”, a la que le hincaremos el diente muy pronto, porque nos ha encantado su frescura y su madurez en Crónicas de la Elegida.

En general, esta trilogía tiene varios puntos clave que la convierten en novelas fantásticas para adultos; iremos hablando de todos ellos a continuación, pero podemos adelantar que las sensaciones han sido muy buenas, nos hemos quedado más que conformes con la trama y con su desenlace, además de ofrecernos una narración amena, fluida y de lo más adictiva.

El primer punto es el hecho de que casi todos los personajes principales son adultos, o por lo menos jóvenes, no adolescentes, como suele ser más común. Esto ya le da otro peso a las decisiones que pueden tomar, e incluso les pone en tesituras más complicadas y en cuestiones morales más ambiguas en cuanto a la magia y los poderes. También añaden crudeza al escenario que se nos presenta, porque una enfermedad que acaba con más de la mitad de la población mundial no se puede tratar de forma superflua. Desde los primeros compases tendremos que asistir a partos de riesgo en medio de un hospital arrasado por la pandemia y huidas a través de los túneles de Nueva York, con asesinos, violadores y sobrenaturales oscuros acechando tras cada esquina.

A este respecto, creemos que plasma muy bien la crisis existencial tras una pandemia. Cómo cualquier situación es capaz de sacar lo mejor y lo peor del ser humano, cómo hace falta menos que nada para que comiencen los saqueos, las agresiones y las matanzas, pero también como enseguida las buenas personas buscan reunirse con otros que les sean afines y formar grupos que aseguren su supervivencia, aportando cada uno su granito de arena y gestionando los recursos de forma coherente.

El hecho de que sean adultos también permite tratar la magia de forma más madura, aunque muchos de ellos reciben los poderes después de la catástrofe y deben aprender a manejarlos, siempre lo harán desde otra perspectiva.

Este aspecto cambia bastante en el segundo libro, Sangre y Hueso, pues la protagonista comienza siendo una adolescente, y por supuesto se le da espacio y experiencias que corresponden a su edad, algo que sin duda también es un punto a favor. Ya en el tercero, Nueva Esperanza, volvemos a una dinámica más asentada que nos permite bucear más en personajes que antes habían quedado algo relegados a un segundo plano, aunque los sucesos son más trascendentales y violentos.

El segundo punto es el tremendo arco temporal que abarca, que ocupa casi dos generaciones, y aún así ofrece muchísimo detalle. Esto nos quita la sensación que se nos suele quedar de “ganas de más” en este tipo de tramas, que normalmente resuelven un conflicto bastante inmediato tocando solo por encima los aspectos no fundamentales. También nos permite disfrutar del concepto de “familia”, y cómo es de diferente la vida para aquellos que tuvieron que vivir el Juicio Final y la transición posterior en comparación con aquellos que han nacido y crecido en un mundo casi desierto e inhóspito. Toda esta cadena de reasentamiento se expone de forma súper natural, Nora Roberts nos hace sentir como si nosotros estuviéramos al mando de la comunidad, porque sus decisiones bien podrían ser las nuestras.

El tercer punto es el trabajo que se toma en perfilar a cada uno de los personajes, en contarnos sus historias personales, sus miedos, sus inquietudes, y por supuesto su relación con la magia, ya sea oscura o luminosa. Llegamos a conocer a los principales de manera muy profunda, y a muchos otros que tienen menos relevancia en la trama, de forma suficientemente personal como para que todos y cada uno nos importen. Además, los vemos nacer, crecer y convertirse en guerreros, soldados, sanadores, agricultores, alcaldes, sostenes de la comunidad… Todo ello aderezado con un variopinto grupo de razas humanoides, como los duendes, las hadas o los elfos, que tienen sus propias comunidades, pero que también han optado por unirse a los humanos, ya sean o no sobrenaturales, sin olvidar a un magnífico grupo de animales mágicos. Ah, y no podemos pasar por alto unas preciosas historias de amor, que sin resultar empalagosas en ningún momento, estrechan lazos entre aquellos que menos imaginábamos.

Esto nos parece un gancho acertadísimo desde el primer libro, sobre todo gracias a la figura de Lana: En el primer tomo es una jovencita enamorada que adora las compras y experimenta con sus pequeños poderes, que poco a poco van evolucionando y creciendo, para ir dando paso a la siguiente generación en el segundo libro, pero aun así demostrarnos que esa señora que prepara tarta arcoíris veinte años después del Juicio Final no ha olvidado cómo usar su tremendo poder.

Algo que también nos ha encantado es la sutil introducción a la mitología celta y a los rituales relacionados con los equinoccios y los solsticios. Por ejemplo, celebran Yule y Samhain, y es precisamente en este tipo de raíces donde encontramos el apoyo de gran parte de los pilares fantásticos y deidades de la trilogía. Toda la parte mágica está muy bien fundamentada en estos orígenes, aportando aún más credibilidad y personalidad a la obra completa. 

Y el último punto y más importante es sencillamente, la experiencia. Nora Roberts es una veterana, y aunque tiene obras mejor y peor valoradas, se nota el rodaje. Después de más de 150 libros publicados y 500 millones de ejemplares vendidos, muchos de ellos formando parte de sagas o trilogías, el ritmo lo tiene más que dominado.

Todos sabemos que abordar una trilogía no es fácil, y que normalmente el libro de cierre no es tan bueno como los otros dos. También parece que cada uno debe ser más extenso que el anterior, alargándose en ocasiones de forma innecesaria. Aquí sucede todo lo contrario, Crónicas de la Elegida consigue condensar en tres libros de más o menos las mismas páginas una historia que se mantiene frenética y con fuerza de principio a fin, logrando que empaticemos tanto con los protagonistas del primer libro como con los del segundo; en otros libros nos ha sucedido que nos aborda una inexplicable sensación de “celos”, por llamarlo de alguna manera, en la que sentimos que nuestro personaje favorito ha sido desplazado en favor de otro. Aquí no hemos experimentado eso en absoluto, más bien lo opuesto, consigue crear unos vínculos increíbles con el lector.

Otro de sus puntos fuertes es que no se detiene demasiado en las batallas y encuentros bélicos / violentos, donde otros autores se esmeran páginas y páginas en desgranarnos todos los detalles de cada golpe y estocada, Nora Roberts va al grano, las escaramuzas más importantes se resuelven en un puñado de páginas, y aun así sentimos que es suficiente, porque todo lo que está alrededor rezuma vida, estamos deseando saber más sobre todo lo que concierne a nuestros personajes.

Ahora, todo esto no quiere decir que Crónicas de la Elegida no tenga algún que otro aspecto “no tan positivo”. Podemos mencionar, por ejemplo, el abuso de clichés, empezando por el propio concepto de La Elegida o el futuro distópico tras una pandemia. Demasiado trillado, pero aún así hace que funcione. Los primeros capítulos de Año Uno nos recordaron a Fuego, de Joe Hill (Que por cierto es hijo de Stephen King y aprovechamos para recomendaros su obra, es una maravilla), además de ser un reflejo la situación que estamos viviendo actualmente con el COVID-19, al menos antes de que todo se salga de madre.

Tampoco ahonda demasiado en habilidades o poderes de los seres mágicos, contamos con un abanico que cualquier amante de la fantasía considera básico: control sobre el fuego, empatía con humanos y/o animales, sanación, alquimia, teletransporte, magia negra, magia de luz, profecías etc. Nada de esto resulta nuevo para nosotros como lectores, pero la manera que tiene de hacerlo propio nos ha parecido muy entretenida y amena, a pesar de trabajar continuamente sobre aspectos conocidos y los mencionados orígenes celtas, sentíamos que todo era nuevo, diferente. Digamos que es una saga de fantasía que se siente real.  

Pero… ¿Sabéis algo que hemos echado de menos en esta trilogía? Ilustraciones. Está claro que no es el estilo de la autora, y que probablemente no jugaría a su favor por «infantilizar» el contenido de cara a un público menos acostumbrado al género fantástico, pero pensamos que a Crónicas de la Elegida le hubieran venido genial dos o tres ilustraciones por libro, a carboncillo o en claroscuro, porque tiene ciertas escenas con tantísima fuerza que casi te lo están pidiendo a gritos. Además, tendría sentido a nivel argumental, pues uno de los protagonistas de la segunda y tercera entrega tiene un don especial para el dibujo.

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