Sinopsis & Ficha Técnica
¿Puede una pequeña librería de Londres cambiar una vida? Una historia para todos aquellos que han sentido alguna vez que la literatura les estaba salvando.
Agnes Martí es una joven arqueóloga que decide mudarse a Londres en busca de una oportunidad. Poco tiempo despues de llegar a la ciudad, una repentina lluvia la sorprende mientras da un paseo por el barrio del Temple y, como impulsada por el destino, entra en una librería muy especial: Moonlight Book. Edward Livingstone está buscando una ayudante y, en el tiempo que Agnes tarda en secarse y tomar una taza de te caliente, ambos comprenden que no es casualidad que sea precisamente ella quien ha llamado a su puerta.
Poco a poco, Agnes va descubriendo el carácter gruñón de su nuevo jefe, las excentricidades de su clientela habitual y el encanto de esta pequeña librería. Hasta que un día, uno de los libros más preciados de las estanterías de Moonlight Books desaparece y el inspector de policía John Lockwood entra en escena para hacerse cargo de la investigación y revolucionar la tranquila vida de Agnes.
- Autora: Mónica Gutiérrez
- Año: Octubre 2020
- Género: Feelgood
- Editorial: Ediciones B
- Nº de páginas: 288
- Encuadernación: Tapa blanda
- ISBN: 978-84-66-66856-9
Reseña
Cada libro tiene su momento, y para disfrutar de La librería del Señor Livingstone es necesario comenzar la lectura cuando tengamos necesidad de algo ameno y liviano. Además, la disfrutaremos doblemente si somos de esas personas enamoradas del olor a libro nuevo, que pueden perderse horas en una librería y perder la noción del tiempo, que aprovechan cualquier ocasión para citar un pasaje de su novela favorita. También anotaremos un punto a favor si conocemos la ciudad de Londres, ya que se mencionan muchos lugares emblemáticos que podremos recrear en nuestra mente de forma precisa si la hemos visitado.
A nivel personal, la experiencia de leer este libro fue como esas “bonitas casualidades” que se ponen delante de uno, que le sacan una sonrisa cómplice y automáticamente consiguen que le tengamos un cariño especial. Nos explicamos: Hace algunos años, jugamos a un videojuego llamado Moonlighter que nos encantó, y a partir de ahí, trasladamos el nombre “Moonlight” a todas las partidas que nos permitían personalizar nuestros pueblos, como puede ser la Granja Moonlight en Stardew Valley o la isla Moonlight en Animal Crossing. Darnos cuenta de que la librería protagonista de este libro tiene por nombre “Moonlight Books” solo podía significar algo bueno. ¡Y así fue!
La librería del Señor Livingstone está catalogada como libro “feelgood”, que en términos más frikis podría compararse con un slice of life en el manganime. Para quienes no conozcan esta clasificación literaria, se trata de libros que buscan simplemente hacernos pasar un buen rato, permitiéndonos olvidar los problemas que nos rodean y regalarnos unos instantes de tranquilidad y relax, porque sabemos que el “final feliz” está asegurado. Según parece, la autora ha escrito otros libros englobados en este abanico, aunque todavía no hemos leído ninguno de ellos, pero seguro que no tardaremos en catarlos.
Por supuesto este género tiene su público, no siempre apetece una lectura súper densa y profunda que nos haga cambiar nuestra percepción del universo. A veces, basta con reírse y pasarlo bien mientras conocemos al señor Livingstone, a Agnes Martí y al pequeño Oliver Twist. Entre sus páginas apenas pasa nada, pero a la vez ocurren tantas cosas… tantos pequeños detalles que cambian la vida de nuestros protagonistas, tal como las nuestras van evolucionando día a día, con cada nuevo amanecer. Con esto queremos decir que no esperéis sucesos extraordinarios o conflictos elaborados, simplemente, dejaos llevar.
Su mayor punto a favor es que contiene muchísimas referencias literarias, tanto a obras clásicas como contemporáneas. Es necesario tener cierto bagaje a nuestras espaldas para captar todos los guiños y poder paladear por completo la forma tan divertida y ligera que tiene Mónica Gutiérrez de contarnos este precioso cuento, pero si logramos hacerlo, os aseguramos que disfrutaréis muchísimo de la lectura.
Tolkien, Lewis Carroll, Shakespeare, Juego de Tronos o Harry Potter son solo algunas de las referencias que podremos descubrir en Moonlight Books, donde hay incluso una zona especial para libros ilustrados con las obras de Benjamin Lacombe ¿Qué más se puede pedir? Una exuberante escalera de caracol que divide el local en dos pisos, un sistema de clasificación infalible, un sofá donde tomar el té mientras ojeamos las novedades… ¡Es la librería de nuestros sueños!
Además, todas estas referencias que mencionábamos están implícitas en los diálogos de forma natural. Sucede, en ocasiones, que el autor quiere dejar patente que es conocedor de infinitos nexos y guiños que puede aplicar en sus historias, y los inyecta sin ton ni son entre los párrafos. En este caso, es todo tan fluido que realmente sentimos que estamos hablando con un amigo, alguien en quien confiamos ciegamente. Se nota, por tanto, el extenso trabajo de documentación que ha realizado la autora, sobre todo para que los fragmentos de autores clásicos sean utilizados en el mejor momento posible.
Entrando un poco en los personajes, a los que por cierto presenta de forma súper delicada y encantadora, los encontramos carismáticos y entrañables a más no poder. El señor Livingstone sin duda hace gala de todos los estereotipos que definen a un librero huraño, incluido su palpable ingenio para contestar la impertinencia de cualquier cliente, pero es precisamente en esa ambigüedad donde reside su magia, porque enseguida nos damos cuenta de que tiene un corazón de oro.
Agnes Martí evoluciona muchísimo a lo largo de las casi 300 páginas del libro, empieza siendo una chica perdida que termina encontrándose a si misma, descubriendo por el camino miles de vidas que vivir a través de los libros, y nuevos amigos con los que disfrutar de ellas.
También tenemos a otros personajes secundarios, pero son tan variopintos que nos gustaría que los conocierais vosotros mismos, seguro que os sentís identificados con alguno.
El ritmo en la narrativa es muy ágil, sin embargo, el lenguaje que utiliza está a caballo entre la sencillez y algo más elegante, que permite la coexistencia de las referencias literarias sin resultar cargante, pero al mismo tiempo consiente que la historia crezca de forma natural. De lo que no cabe duda es que el tono y la fonética de sus frases nos envuelve enseguida, y nos transporta a la puerta azul de la que, a partir de hoy, es de nuestras librerías favoritas.
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1 comment
Quienes aman los libros me van a entender. De los muchos que ocupan nuestras librerías, algunos, sabemos desde el principio que van a seguir allí.
Por entrañables, mágicos, atemporales.
Muchas veces abrimos un libro y pese a sus magníficas críticas jamás nos sentimos parte de él. Éste, estoy segura, no pretendió jamás ser tan ambicioso, pero casi como sin querer te invita a sentarte bajo una preciosa claraboya y una lluvia pertinaz y te da un papel protagonista en el desarrollo de la historia.
Yo, se lo regalé a mi hija en su treinta cumpleaños, se lo hubiera regalado igual a los quince. Me lo regalé a mí misma, que paso de 60. Algunos libros no tienen edad. Éste es uno de ellos.