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[Reseña] Trilogía Amanecer Rojo

by Déjense Ver
Tiempo de lectura: 7 minutos

Sinopsis & Ficha Técnica

Ideas como libertad o igualdad murieron junto con la Tierra. Ahora, en Marte, el equilibrio se sustenta en un férreo sistema de castas representadas por colores, en el que los dorados son la élite gobernante. Pero Darrow no es un dorado, es un rojo. Para sobrevivir debe ocultar su verdad sin olvidar que cada muerte, cada paso en la batalla, es por la libertad.

  • Autor: Pierce Brown
  • Traductor: Schettin Silvia
  • Publicación: 2014 – 2017
  • Género: Ficción
  • Editorial: RBA
  • Nº de páginas: 544 / 640 / 672
  • Encuadernación: Tapa blanda 213 x 140 mm
  • ISBN: 978-84-272-0838-4 / 978-84-272-0877-3 / 978-84-272-1023-3

Reseña

¡Pues le estamos cogiendo el gusto a reseñar trilogías! Hoy os traemos la saga de “Amanecer Rojo”, nuestra última lectura distópica, que nos ha gustado muchísimo y no podíamos dejar de recomendar. Se compone de Amanecer Rojo, Hijo Dorado y Mañana Azul.

Se ambienta en una sociedad futurista, donde la raza humana ya ha conquistado la galaxia tras agotar los recursos de la Tierra, y está dividida en castas cromáticas, es decir, por colores. Habitan en todos los planetas y lunas del Sistema Solar, algunos con más privilegios que otros, como no podía ser de otro modo.

Los dorados gobiernan la Sociedad sobre los demás, seguidos por el resto de “colores superiores”, los “colores intermedios” y los “colores inferiores”. Dentro de cada una de estas categorías hay tres o cuatro colores distintos, que se especializan en algo concreto y son criados exclusivamente para ello. Por ejemplo, los obsidianos son expertos guerreros, los azules son pilotos y astronavegantes, los violetas son la clase creativa, o los rosas, que son criados para el arte del placer físico.

Este tipo de clasificación social ya la habíamos visto en sagas del estilo (como las facciones de Divergente o los distritos en Los Juegos del Hambre, para que os pongáis en situación); en este caso nos ha parecido muy bien implementada a lo largo de la historia, ya que el color de cualquier persona es vital para definir las tareas que puede desempeñar, con quién se puede relacionar o qué lazos puede construir.

El color que realmente nos interesa en esta trama es el más bajo del escalafón: los rojos. Encargados de extraer helio de las minas para la terraformación de Marte, apenas ven la superficie, con una esperanza de vida ínfima comparado con el resto de colores, poniendo su vida en peligro constantemente. Quienes más riesgos corren son los llamados sondeainfiernos, que se adentran en lo más profundo de la mina, con una maquinaria altamente peligrosa, para cumplir con el cupo de helio del mes y poder ganar el laurel que les proporcionará a su familia y al resto de su grupo un suministro de comida decente para las próximas semanas.

Las costumbres de los rojos nos recuerdan un poco a la vida sencilla que llevaba la Troupe de Kvothe (Crónica de un asesino de Reyes), donde los bailes y las canciones eran muy importantes para transmitir historias, así como estrechar lazos alrededor del fuego con una buena bebida. Es más, hay un suceso con una canción prohibida que todavía enfatizó más esta “aura salvaje” que desprenden los rojos.

Darrow, nuestro protagonista, forma parte de esta raza. Pierce Brown trabaja estupendamente sobre este personaje, logrando una evolución y un trasfondo que hacía tiempo que no veíamos en una novela de corte juvenil. De hecho, la trilogía se sucede a lo largo de varios años, y no dejamos de ver a Darrow en constante desarrollo y crecimiento, con sus luces y sus sombras. Es un estratega nato, con una inteligencia y una pericia que podrían parecer poca cosa para la tarea que se espera de él como sondeainfiernos en las minas de Marte, pero poco a poco aprenderá a explotarlas al máximo para lograr sus objetivos. Esto no le exime de cometer errores, graves errores, que pondrán en peligro a los suyos. Pero es precisamente su tesón y sus ganas de superarse lo que le hace un personaje tan interesante.

El resto de personajes, tanto a nivel más protagónico como secundarios, son dignos de mención, en especial Casio, Sevro, Mustang y El Chacal. Nunca deis nada por sentado con ninguno de ellos, porque seguro os sorprenderán en más de una ocasión. No podemos profundizar mucho más, porque, ya veréis, hay un montón de giros relacionados con cada uno, tanto de forma individual como en relación al resto.

Ahora bien, vamos a hablar por encima de la estructura de cada uno de los libros, porque no queremos entrar en spoilers ni desvelar quien pertenece a cada “bando” según va avanzando la historia, ya que como veréis, las traiciones vuelan a diestro y siniestro. En la contraportada de cada uno de ellos encontramos tres conceptos clave sobre los que se construirá la historia, además de la sinopsis típica de cada uno. Esto nos ha parecido un dato bastante curioso, y una vez hemos completado la lectura, resulta que resume muy bien los pilares de cada libro.

El primero, Amanecer Rojo (Estrategia – Amor – Traición), digamos que es la piedra angular, donde se forman las alianzas y se aprende el verdadero significado de la guerra, pero todo con un aura de seguridad y poco espacio para las verdaderas traiciones, que llegarán más adelante. Muchas de las decisiones tomadas aquí tendrán sus consecuencias en los dos libros siguientes, si bien es el libro más juvenil y menos “duro” de los tres.  

Podríamos decir que Amanecer Rojo empieza muy al estilo de las ya mencionadas Divergente o Los Juegos del Hambre, pero una vez sucede cierto acontecimiento, estamos ante un “Spartacus” en toda regla. Un ambiente romano y marcial comienza a invadir todos los acontecimientos que van sucediendo, así como a influir en los comportamientos de cada uno de los personajes. Al mismo tiempo, la prosa se vuelve más densa, no porque use un vocabulario rebuscado o se pierda en descripciones banales, sino porque los acontecimientos así lo requieren. No es un libro que se lea en un momento, pero si os gusta el género, se disfruta muchísimo.

¡Y qué líneas! Hay discursos dignos de llevar a la gran pantalla, como decíamos, una vez avanza el primer libro, todo comienza a imbuirse de un aire épico admirable. La traducción se mantiene constantemente a la altura, logrando una buena inmersión en la historia, y en general aunque la prosa es algo densa, como ya mencionamos, tiene pasajes muy buenos.

Algo que nos ha enamorado de este primer libro es la figura del tallista, tanto a nivel de “feeling” porque nos ha encantado el personaje en sí como el papel que desempeña en la Sociedad. Se encarga de todo tipo de intervenciones estéticas que, dado el alto nivel tecnológico del que disponen, hay pocas cosas imposibles. Desde cambiarse los globos oculares por otros de un color distinto hasta aumentar la masa muscular de alguien doblando su tamaño.

Hijo Dorado, el segundo libro, (Valor – Estrategia – Poder) nos enseña lo peligroso que es construir un futuro sobre mentiras, pero también nos enseña el valor de la lealtad. En este libro se presenta a uno de nuestros personajes favoritos: Ragnar Volarus. Un obsidiano vikingo que sin duda es uno de los más memorables de la saga.

Y terminamos con Amanecer Azul (Honor – Venganza – Revolución) que digamos que pone fin a lo que estaba cociéndose en las últimas mil páginas. En nuestra opinión ha sabido mantener muy, muy bien el interés desde el principio, y no ha caído en el tedio o en lo previsible como sí nos ha sucedido con otras trilogías distópicas, donde notamos que el tercer libro cojea. En este caso le da un cierre muy bueno a la historia (ojo, bueno no quiere decir “final feliz”), que nos deja un sabor de boca fantástico, con ganas de reposarlo todo durante un tiempo.

A lo largo de los tres libros no falta la crudeza, la sangre y las batallas. Todo aderezado con una mezcla de la tecnología más vanguardista con las técnicas militares romanas, con lo que podéis adivinar que se crea un cóctel súper original y diferente.

Eso si, es una saga que recomendamos leer de seguido, sobre todo ahora que ya está publicada al completo en español, porque tanto el primer libro como el segundo terminan con un buen giro y muchos cabos sueltos, que casi nos obligan a empezar el siguiente sin esperar ni un minuto.  

A nivel de edición, nos ha encantado el peso y el tacto de los volúmenes que nos trae RBA Molino, además de que incluyen un resumen a modo de infografía al principio que viene genial si han pasado algún tiempo desde que concluisteis la lectura de un tomo y empezasteis con el siguiente, pero sí que tenemos algunos puntos negativos que destacar.

La capa de silicona de las cubiertas no es muy buena, de hecho a nosotros ha comenzado a levantársenos por alguna esquina, y eso que cuidamos un montón los libros, tanto mientras están en la estantería como cuando los leemos.

Por otro lado, hemos visto unas cuantas erratas que se repiten de forma metódica a lo largo de los tres libros, con lo cual no sabemos si se trata de una evolución de la palabra que el autor ha querido modificar en ese posible futuro o son errores gramaticales. Por ejemplo, usan siempre “escalfandra” en lugar de “escafandra”, que no es correcto según la RAE. Tampoco faltan dos o tres erratas ortográficas, en nombres a los que les falta una letra o tiempos verbales incompletos, pero que no empañan la lectura.

Eso sí, hay un gazapo, culpa del autor, que sucede en el tercer libro. Un personaje determinado (muy secundario, no os preocupéis) está en el puente de mando de una nave cuando explota en mil pedazos, obviamente perdiendo la vida, para aparecer unos cuantos capítulos más adelante en su puesto como si nada hubiera pasado. Suponemos que esto en las revisiones y las distintas ediciones publicadas en USA ya se habrá subsanado, pero en la edición española sigue apareciendo a día de hoy. Aunque insistimos, nada preocupante, solo quedarse con la idea de que no murió o de que fue cualquier otro miembro de la tripulación.

Si tuviéramos que resaltar algo de toda la trilogía, es la cantidad de conceptos propios que trabaja, todos los aspectos que implementa en su universo. Desde la creación de lemas tan potentes como “Rompe las cadenas”, el uso del latín con “Per aspera, ad astra” o “Hic sunt leones” hasta el elemento del hemanto o de la falce como tal, que se vuelve un símbolo tan característico como el sinsajo de Katniss.

Como curiosidad, Pierce Brown escribió seis libros y se enfrentó al rechazo de más de 120 editoriales antes de vender Amanecer Rojo. Escribió la novela en dos meses, en el el garaje de sus padres en Seattle, Washington.

Extras

Si os apetece continuar con esta historia, Pierce Brown está trabajando en una segunda trilogía que se ambienta en el mismo universo años más adelante, de la que actualmente hay dos volúmenes publicados. El autor tuvo que desechar alrededor de 200 páginas de este cierre porque no terminaba de convencerle el rumbo que había tomado la historia, así que tendremos que esperar un poquito más para hincarle el diente.  

Además, acaba de salir el juego de mesa de Amanecer Rojo, publicado en español por Maldito Games. Nosotros justo acabamos de recibirlo, así que atentos a nuestro Instagram porque subiremos una pequeña opinión desde que lo probemos!

Nota: Para acompañar las fotografías de este post, hemos impreso una copia del tarot diseñado por @phantomrin para uso propio. Todos los derechos corresponden al autor, que podéis seguir en diferentes redes sociales.

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