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[Reseña] Togo

by Déjense Ver
Tiempo de lectura: 7 minutos

Sinopsis & Ficha Técnica

Togo es la verdadera (y nunca contada) historia ambientada en el invierno de 1925, del adiestrador de perros de trineo Leonhard Seppala y su perro guía, Togo. Juntos se embarcarán en una estimulante e inspiradora aventura a través del traicionero terreno de la tundra de Alaska para ayudar a transportar un suero con antitoxina a una pequeña población, un viaje que pondrá a a prueba su resistencia, su valor y su determinación. 

  • Título original: Togo
  • Año: 2019
  • Duración: 113 min.
  • Género: Aventuras, drama, basado en hechos reales
  • País: Estados Unidos
  • Dirección: Ericson Core
  • Guion: Tom Flynn
  • Música: Mark Isham
  • Fotografía: Ericson Core
  • Productora: Walt Disney Pictures
  • Reparto: Willem Dafoe, Julianne Nicholson, Christopher Heyerdahl, Richard Dormer, Adrien Dorval, Madeline Wickins, Michael Greyeyes, Nive Nielsen, Nikolai Nikolaeff, Thorbjørn Harr, Catherine McGregor…

Tráiler

Reseña

Togo ha sido la segunda película que hemos visto a través de Disney +, así que antes de abordar la reseña, nos gustaría dedicarle un pequeño párrafo a esta nueva plataforma que ya se encuentra disponible en nuestro país.

Como catálogo para revisionar clásicos o para tener a nuestra disposición todas estas películas con las que disfrutamos de niños está genial, tanto a nivel de animación como de acción real; incluso los cortos, que durante todos estos años han sido bastante difíciles de conseguir en formato físico.

Tal vez lo más destacable sea la oferta disponible de Star Wars y Marvel, que por fin se encuentra medianamente ordenada en un mismo lugar. En general, lo vemos una alternativa genial para entretener a los peques de la casa, sobre todo teniendo en cuenta el periodo de cuarentena en el que nos encontramos. Sin embargo, su catálogo de exclusividades todavía es bastante escueto, aunque entre las pocas que ofrece se encuentra esta película, Togo, que nos ha sorprendido y abierto los ojos a partes iguales. (Sin olvidar la magnífica serie de The Mandalorian, por supuesto)

Pues bueno, entrando en materia: Seguro que muchos, sino todos los que estáis leyendo estas líneas conocéis la historia de Balto, que nos cuenta cómo un equipo de perros de trineo transportaron la antitoxina a Nome (Alaska) en medio de una terrible tormenta para paliar una epidemia de difteria entre los niños del condado. En 1995 Universal Pictures lanzó una película de animación que contaba la “leyenda del perro esquimal”, e incluso hay una estatua erigida en Central Park en Nueva York en su honor.

Después de ver esta película original de Disney + descubriréis que fue todo pura manipulación mediática. El verdadero héroe de toda esta historia fue Togo, aunque Balto también puso su granito de arena. No os imagináis la desilusión que supuso para nosotros ver los sucesos desde esta perspectiva, ya que desconocíamos esta parte de la historia y hasta el día de hoy considerábamos Balto una de nuestras películas de animación favoritas. Por supuesto, eso no cambia, pero sí vemos la trama con otros ojos y lamentamos no haber conocido antes la hazaña de Togo, que por suerte recibió su estatua en Seward Park hace apenas un mes en la reconstrucción del parque, con una placa que dice lo siguiente: “En 1925 Togo llevó a su equipo de trineos con perros en condiciones de tormenta de nieve a Nome, Alaska, para entregar una antitoxina que salvó vidas durante una epidemia de difteria. Viajó casi 300 millas, más lejos que cualquier otro perro en el relevo, y su coraje salvó muchas vidas”.

Por este motivo, vamos a dividir la reseña en dos partes: La primera parte, que comenzará a continuación, expondrá nuestras impresiones de la película de forma objetiva, y al final, añadiremos “un poco de historia”, donde os contaremos datos interesantes que hemos averiguado o recopilado sobre la carrera del suero de 1925, que si bien muchos se comentan durante el largometraje, nos ha parecido interesante tenerlos a mano por si se os ha escapado alguno. Si queréis llegar “vírgenes” al visionado, saltaos esa parte ;).

En primer lugar, algo que queremos destacar de Togo es la maestría del adiestrador que trabajó con él en la película. Se nota que en su faceta de cachorro es un perro travieso e inquieto, pero aun así de lo más obediente. Realmente consigue hacernos olvidar que no se trata del verdadero perro guía. Como diríamos en canarias, es “una auténtica fogalera”, que viene a decir como que no puede estarse quieto. Además es un amor, fotogénico a más no poder y con una expresividad bárbara. ¡Nos encanta! El perro adulto, por su parte, tiene una mirada tan inteligente y humana que nos robó el corazón, además de tener un pelaje precioso y singular.

En cuanto al reparto, nos sorprendió encontrar a Willem Dafoe como protagonista, le teníamos como una figura menos atada a este tipo de tramas, pero lo cierto es que el papel le sentó de maravilla, una actuación que nos dejó muy satisfechos (además, al final de la reseña hemos incluido la imagen del personaje real, y tienen un parecido más que notable). Por si fuera poco, da la impresión de crear un verdadero vínculo con Togo, nos demuestra que tanto en la realidad como en la ficción, la relación entre hombre y perro puede ser de una lealtad tan auténtica y transparente que se mantiene en el tiempo, pase lo que pase.

Por otro lado, nos ha gustado muchísimo la fotografía. No esperábamos esta calidad en una producción para televisión, los paisajes son alucinantes. Es cierto que la localización natural ayuda, pero la belleza de la luz y de los planos generales son dignos de mención. Hacen uso de unos recursos visuales muy sencillos pero efectivos: planos cenitales, barridos generales que dejan que el paisaje brille en todo su esplendor… la verdad es que logran transportarnos a ese lugar tan frío y lejano, aunque según tenemos entendido la mayor parte de las localizaciones son de Alberta (Canadá), y no de Alaska propiamente.

Algo que también nos ha gustado es que se trata de una película con cierto tinte didáctico. Uno puede saber más o menos a nivel histórico sobre la Gran Carrera del suero antes de darle al play, pero la ambientación general de la rutina del pueblo y la pareja protagonista está muy bien cuidada, con lo que además de disfrutar del largometraje, aprendemos sobre los mushers, sus costumbres y el clima en el que viven.

Para no resultar excesivamente tensa, la trama se narra en dos temporalidades, siendo una la que recoge los acontecimientos del famoso recorrido, y la otra algunos episodios de la etapa de cachorro de Togo. Estos últimos nos arrancan más de una carcajada, mientras que el viaje a través del hielo nos mantiene alerta en todo momento. Se mueve así en un contraste de compases, entre ternura y peligro, que logran que la historia fluya de manera estupenda.

Con todo esto, Togo resulta una película de aventuras memorable, que consigue rescatar ese espíritu que Disney había perdido, recuerda a esas buenas tardes de sofá peli y manta de antes. En general, el resultado se posiciona un escalón por encima de muchas otras cintas que tratan la amistad entre perros y humanos, pues el conjunto resulta coherente, elegante y bien trabajado.

Un poquito de historia

Una vez expuestas nuestras impresiones sobre la película, nos gustaría recopilar algunos datos interesantes sobre esta historia. Vamos a dejarlos ocultos en spoiler, por si queréis pasar a la valoración final de la peli sin desvelaros nada más.

Spoiler

En enero de 1925, en el pueblo de Nome (Alaska) se originó una epidemia de difteria que auguraba mermar muchísimo la población infantil a no ser que tuvieran acceso a la antitoxina de inmediato. En un principio el único médico de la zona consideró diagnosticarlo como amigdalitis, hasta que vio los síntomas en diferentes niños que terminaban muriendo, y terminó por clasificarlo como difteria.

En consecuencia, realizó un pedido de antitoxina por telegrama, que podría ser enviada a Seattle y de allí a Alaska, pero que no tenía medios de llegar a Nome antes de mediados de febrero, con lo que sería demasiado tarde. Se localizó un cargamento más pequeño en Anchorage, que llegó por tren a Nenana a finales de enero, pero aún quedaba el problema de cómo hacerlos llegar hasta Nome, pues la zona sufría una intensa y terrible tormenta de nieve, con temperaturas de hasta 46 grados bajo cero, con lo que los medios de transporte estaban fuera de servicio y los barcos bloqueados por el hielo.

Se originó entonces lo que hoy se conoce como “La gran Carrera del suero”, en la que participaron 20 mushers (criadores de perros) y unos 150 perros de trineo. La distancia a recorrer era de unos 1.100 kilómetros, y el tramo fue recorrido en 5 días y medio por los equipos que se fueron pasando la posta. La mayoría de los equipos recorría distancias de entre 20 y 50 kilómetros antes de pasar el testigo al siguiente. Sin embargo, a Leonhard Seppala, que era famoso en la nación por su habilidad como musher, recorrió el tramo más largo y peligroso del recorrido, de 425km, a través del hielo de Norton Sound.

El 1 de febrero, después de un durísimo “viaje de ida”, Seppala le pasa el cargamento a Charlie Olsen, que a su vez se lo pasó a Gunnar Kaasen. Éste, por tanto, se encargó de la última fase del recorrido, y llevaba entre sus perros de trineo al famoso Balto, que se coronó como héroe al ser el que finalmente trajo la antitoxina al hospital, cuando el verdadero reto de la travesía lo habían afrontado Togo y su equipo.

Aun así, todos los conductores recibieron una medalla de oro, y Balto recibió además una llave en forma de hueso. Junto con Gunnar recorrió la costa Oeste, como si de una gira se tratase, hasta que acabó formando parte de un espectáculo de feria para terminar en el zoológico de Cleveland en 1927. Debido a su avanzada edad, Balto fue sacrificado y disecado, y su cuerpo se encuentra expuesto en el Museo de Historia Natural de Cleveland.

Togo, sin embargo, tuvo un final de vida (pues ya era mayor al acabar la travesía) mucho más modesto, siendo sacrificado y disecado en 1929, expuesto en el museo Iditarod en Alaska.

Es curioso como un hecho tan significativo e importante se tergiversa a través de los medios de comunicación. Ignoramos si las cosas fueron exactamente como las plasman en los momentos finales del largometraje, pero lo que si es cierto es que Seppala quedó sin apenas reconocimiento fuera de sus fronteras, aunque sus conocidos sabían de quién había sido la verdadera proeza y la tremenda valía de los descendientes de Togo a nivel genético.

  • Mientras que Balto era un mestizo de Husky Siberiano, la descendencia de Togo estaba considerada como Seppala Siberiano, raza que debe parte de su nombre al criador. Una línea muy valorada por muchísimos mushers, por su inteligencia, su resistencia, su valor, su buen carácter y su increíble vínculo con los humanos.
  • El nombre de Balto fue en honor de un famoso explorador sami, Samuel Balto.
  • Aunque la cifra final de defunciones por difteria fue de siete, se calcula que probablemente habría un centenar si se cuentan las de los inuit de poblados del entorno, que solían enterrar a los suyos sin registro.
  • La Gran Carrera del suero también se conoce como Gran Carrera de la Misericordia, y varios perros fallecieron realizando el recorrido.
  • Gunnar Kaasen fue un emigrante ex-buscador de oro.
  • Seppala fue quien introdujo la raza husky en el mundo anglosajón.
  • En 2011, la revista Time declaró a Togo el animal más heroico de la historia
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