[Reseña] El Hoyo

Nos muestra la aleatoriedad de las clases sociales, como hoy puedes estar en la cúspide y mañana en la miseria más absoluta, sin tener ningún poder de decisión al respecto. Y lo más importante, todavía puedes bajar más. Aún quedan más niveles por debajo.

También nos habla del egoísmo del ser humano, como a pesar de tener todos los recursos necesarios para que todos sobrevivamos, nos empeñamos en acaparar y coger más de lo que necesitamos o nos corresponde. Esto podemos trasladarlo a muchísimos aspectos del planeta, desde la deforestación hasta el cambio climático y la pobreza en los países del tercer mundo mientras que otros nadan en abundancia. Y si encima podemos escupir al de abajo, mejor.

Incluso, yendo un poco más allá, nos muestra el aburguesamiento del ser humano cuanto más tiene a su alrededor. Como se vuelve refinado y selectivo cuando está en los niveles superiores, mientras que su instinto de supervivencia le vuelve primitivo y agresivo una vez entiende que no le llegará comida a un nivel inferior.

Otro concepto que trata es la poca transparencia de los organismos, cómo nadie sabe muy bien cuantos niveles hay en El Hoyo, ni qué sucede de puertas para adentro. Esto tiene evidentes similitudes con la política y los medios de comunicación de nuestro país, que aparentan tenernos informados y en un estado de bienestar social, cuando es evidente que dista mucho de la realidad.

Como veis nos cuenta mucho con muy poco: Una plataforma llena de comida que baja una vez al día, de la que todos podríamos alimentarnos pero que llega destrozada y vacía al último nivel.

La niña es el mensaje: La madre bajaba todos los niveles que podía, hasta que encontraba el nivel en el que se encontraba su hija y podía asegurarse de que comiera algo, muchas veces carne humana, dada la imposibilidad de conseguir otro tipo de alimento. Mataba a quien fuera necesario para que ella sobreviviera un día más. Durante la trama, mencionan varias veces que no hay menores de edad en el Hoyo, y vemos que no es cierto. Esto puede ser por dos motivos, o bien es una mentira de la administración, o bien la pequeña es el “objeto” que se trajo su madre. Visto que permiten armas y animales, bien podrían permitir a una niña.

De este modo, la niña se convierte en “el mensaje”. Cuando la suben a la plataforma esperan que llegue al nivel 0, donde será vista por el personal de cocina, que probablemente no tiene ni idea de lo que sucede bajo sus pies. Comenzarán a plantearse a qué clase de propósito están sirviendo, a qué estaban dedicando su trabajo. Es importante mencionar que la niña está perfectamente sana, limpia y sin heridas visibles, lo cual impide que el personal del nivel 0 lo interprete como una huida desesperada, pues en ese estado sería impensable. 

Sabemos que su primer plan es devolver la Panacotta en perfectas condiciones para hacer ver que es posible llegar al último nivel y que todos estén alimentados, e incluso que sobre algo, sin embargo con la niña desenmascaran las mentiras de la administración. «Os devolvemos a una niña en perfectas condiciones» La persona más frágil e indefensa ha sido capaz de sobrevivir en este infierno. Esta lectura no le da importancia a una escena que sí tiene relevancia en la siguiente lectura, pues no nos cuentan la historia de forma lineal.

El Quijote: Seguro que no es casual que nuestro protagonista elija este libro como objeto de acompañamiento. Esto nos permite dilucidar otra posible lectura, donde Goreng ve gigantes donde solo hay molinos (niña / panacotta). Encontramos más similitudes al respecto, como los palos que se fabrican de un somier que se cae a trozos, e incluso la bondad y la lealtad del personaje de Sancho, interpretado por la figura de Baharat en este caso.

En esta ocasión, lo que llega arriba sí que es la panacotta, pero llega con un defecto: En medio de la vorágine le ha caído un pelo encima. Hay una escena, más o menos a mitad de metraje, donde el cocinero jefe regaña a los demás por descubrir el pelo en el postre, podemos pensar que este momento es un flashback igual que los que nos muestran del protagonista antes de entrar.

Por tanto, el equipo de cocina piensa, en su infinita ignorancia de la situación que acontece bajo sus pies, que la panacotta no ha sido comida porque no estaba en perfectas condiciones, que no han querido probarla porque había un pelo en ella, y que por eso es devuelta. Obviamente, el mensaje es contrario a lo que los presos desean transmitir, aquí nos habla de forma muy sutil de la diferencia entre lo que nosotros queremos decir y lo que los demás entienden con nuestras palabras. El mensaje, por tanto, fracasa.