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[Reseña] Alba: A wildlife adventure

by Déjense Ver
Tiempo de lectura: 6 minutos

Sinopsis & Ficha Técnica

Alba, A Wildlife Adventure es un videojuego de aventuras firmados por los creadores de Monument Valley, el equipo británico de Ustwo Games, que lleva a los jugadores hasta una hermosa isla en la costa mediterránea donde una niña, en compañía de su amiga, emprenderán una lucha por rescatar a un animal en peligro.

  • Año: 2020
  • Género: Aventura narrativa, exploración
  • Jugadores:
  • Desarrollo: Ustwo games
  • Idioma: Textos en español
  • Duración: 3 – 4 horas
  • Plataformas: PC, iOs, Próximamente en Switch
  • Jugado en: PC 

Tráiler

Reseña

Alba, a Wildlife Adventure (traducido al español como Una Aventura Mediterránea) es un juego muy sencillo que nos sacará más de una sonrisa. De la mano del estudio que nos trajo el maravilloso Monument Valley, Ustwo Games, en esta ocasión buscan otros modos de expresión, relacionados con la naturaleza y el medio ambiente. En lugar de enfocarse en la resolución de puzzles, nos moveremos en una aventura tridimensional y de mundo abierto, en la piel de Alba, una simpática niña que tiene una estupenda isla para explorar de cabo a rabo. El juego cuenta con elementos muy, muy positivos, y otros que no lo son tanto, hablaremos de todos ellos a lo largo de la reseña.

Casi como sucedía en la serie de animación de Gravity Falls, donde los hermanos Mabel y Dipper vivían aventuras en sus vacaciones de verano, Alba visitará a sus entrañables abuelos en la localidad ficticia donde residen. Su visita durará una semana, en la que tendrá un montón de cosas que hacer, la mayoría de ellas relacionadas con su entorno.

Como aspectos positivos, tenemos que recalcar el gran impacto cívico y ecologista que puede tener este título si se pone en las manos del público adecuado. Es posible que si lleváis años en el mundo de los videojuegos no os ofrezca nada nuevo; es importante saber lo que nos vamos a encontrar y a qué público va dirigido. Hablamos de una obra didáctica y familiar, que tal vez no está pensada para el completo disfrute de nuestra generación. Así que para alguien que se esté iniciando en el mundillo y que esté en un rango de edad comprendida entre los 5 y 12 años, puede resultarle muy constructivo e interesante. Por supuesto, esto no quita que un joven o un adulto no pueda disfrutar de Alba, a Wildlife Adventure durante una tarde de domingo y pasárselo pipa recorriendo Pinar del Mar.

Continuamente nos hablan de la importancia del respeto hacia la comunidad en la que vivimos, y de cómo pequeños gestos cotidianos pueden cambiar nuestro entorno. Acciones como recoger la basura que hay desperdigada por el suelo, arreglar los comederos de pájaros, salvar a las gaviotas de las arandelas de los refrescos o doblarles las sábanas tendidas a los vecinos nos premiarán con un adorable corazón en pantalla, que si bien no nos sirve para nada a nivel jugable, sabemos que hemos hecho una buena obra.

También trata de forma bastante acertada el valor del patrimonio cultural, y cómo debemos defenderlo frente a las grandes cadenas hoteleras y gigantes del turismo, que solo buscan superficies que explotar, sin tener en cuenta el ecosistema que destruyen a su paso, por no hablar de la vida de los residentes. Si, se generan nuevos puestos de trabajo, pero… ¿A qué precio?

Algo que nos sorprendió ver fue la representación de la ineficacia de la burocracia española, así como la fama que tienen los políticos de ser corruptos y de fácil manipulación. Evidentemente estos aspectos están tratados de forma muy superficial, casi cómica en su exagerado estereotipo, solo un adulto se daría cuenta del peso que encierran, pero encajan bien en la historia. Hay algunas cositas que nos chirrían como ciudadanos de este país, porque sí que se rigen por una serie de prejuicios hacia nuestra cultura, y en ocasiones resulta un poco “potingue”, pero en general funciona bien.

En cuanto a la ambientación, nos ha parecido bastante resultona. Con un estilo gráfico nada pretencioso, logran trasladarnos a las costas mediterráneas, a los sábados de verbena en el pueblo y a la paella del restaurante de la playa (aunque volvemos al estereotipo). El mapa también nos ha parecido bien trabajado, logran unificar muchos ecosistemas distintos en un espacio relativamente pequeño, sin que quede zonificado de forma irreal, aunque eso conllevará ciertas licencias en cuanto a los hábitats naturales de algunas de las especies que veremos a lo largo de la aventura. Nos moveremos por arrozales, playas, huertos, montaña, bosques y viviendas, pero no podremos entrar a ninguna casa ni apenas interactuar con nada.

Eso si, el movimiento de ir dando saltitos de Alba nos ha parecido adorable y muy natural. También debemos mencionar el excelente trabajo de localización y traducción, en todo momento sentimos que estamos ante auténticos españoles, con sus expresiones típicas, sus gestos y su forma de hablar, aunque bien es verdad que, como ya hemos mencionado, no faltan los estereotipos, como el del campesino que habla sin terminar las consonantes en las frases.

Pero aún no hemos hablado del cometido principal del juego. Nuestra misión será, gracias al viejo smartphone de la abuela, que tiene instalada una maravillosa app, registrar por completo la fauna local de la isla. Casi como si de una Pokédex se tratase, o mejor dicho Pokémon Snap, cada vez que nos encontremos con un nuevo animal debemos hacerle una fotografía, y quedará registrado en nuestra “Guía de campo de la Fauna Mediterránea”. Por supuesto, no tenemos una única oportunidad, porque la mayoría de los animales campan a sus anchas en una excelente recreación de su autonomía, bajo ciertos patrones que no resultan predecibles a primera vista, y podremos hacerles cuantas fotos queramos.

Aquí tenemos un pequeño punto que comentar, y es que la fotografía del álbum no se corresponde a la que nosotros sacamos con el teléfono, sino que se pone una genérica en su lugar, lo cual nos hace perder interés en sacar buenas tomas, pues solo podremos guardarlas en nuestro ordenador o consola como si de capturas de pantallas se tratase. Esto puede deberse, probablemente, a una simplificación a la hora de programar, ya que dejar espacios para contenido personalizado es siempre más laborioso que integrar algo genérico. Dejamos por aquí un collage con algunas de las que sacamos a lo largo de la aventura.

Del mismo modo, nos resulta que abusa de las aves para llenar la guía de especies. Si resulta que el jugador es aficionado a la ornitología, sin duda le parecerá un entretenimiento maravilloso, pero si nos llaman la atención también otros tipos de animales, puede que nos llegue a cansar tener que fotografiar a tantas aves, en lugar de alternar con otros mamíferos. De hecho, de los 62 animales que hay que clasificar, solo 11 no son aves: delfín, zorro, lince ibérico, gato, salamanquesa, perro, conejo, ardilla, oveja, gallina y burro. Hubiera venido bien algo del estilo pulpo, tortuga, mariposa, algún cetáceo que avistásemos desde la costa, tejones, algún que otro insecto…

Es cierto que los pájaros están muy presentes en todo nuestro entorno real, y que si nos fijamos bien, podemos avistar muchas especies distintas solo en nuestro barrio o ciudad, pero entre la escasez de mamíferos y el hecho de no tener nuestra propia fotografía en la partida, se nos hizo un poco tedioso completarlo.

Algo que sí que nos resulta digno de mención es el estupendo trabajo sonoro. Primero, por los trinos y gorjeos de las distintas especies que nos acompañan continuamente, y luego por el delicado cambio de melodía según nos encontremos en una u otra zona. Pero no solo destacamos los sonidos ambiente, sino la banda sonora instrumental a cargo de Lorena Álvarez, capaz de transmitir los sentimientos despreocupados de una niña que simplemente pasea por su isla, pero que de vez en cuando, debe enfrentarse a alguna situación complicada. Sin duda, uno de los apartados más notables del título.

Así que, aunque la experiencia general nos ha resultado bastante satisfactoria, con dos o tres momentos memorables, hay otro aspecto negativo más que debemos comentar, y es, como podéis imaginar, su escasa duración, tanto a nivel literal como conceptual.

Como jugadores nos durará apenas 3 horas, en las que podremos completar todas las tareas que nos han asignado sin demasiado esfuerzo, una duración algo pobre si tenemos en cuenta el precio del producto. Pero es que la “misión” de Alba es casi imposible de completar en apenas una semana en la vida real, es inverosímil que pueda lograr lo que se propone. Al fin y al cabo, hablamos de las vacaciones de verano de una niña de 7 años, lo que debe hacer Alba es corretear con su amiga Inés y divertirse, no paralizar las obras de un hotel de lujo. Siendo francos, nadie la tomaría en serio.

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