[Reseña] The Rising of The Shield Hero

Sinopsis & Ficha Técnica

The Rising of The Shield Hero relata la historia de Iwatani Naofumi, un otaku universitario que un día encuentra en la biblioteca un libro que lo transporta a otro mundo. Allí se convertirá en el Héroe del Escudo, uno de los Cuatro Héroes Legendarios, y tendrá que luchar contra las Olas de la Catástrofe junto a los héroes de la espada, la lanza y el arco.

Tráiler

Reseña

Después de sufrir semana a semana con Kimetsu no Yaiba, nos decidimos a empezar una de esas temporadas que teníamos pendientes, para poder pegarnos un buen maratón. ¡Y vaya si le dimos caña! Los 24 capítulos de Tate no Yuusha nos duraron apenas 2 días. Hacía tiempo que no nos enganchábamos tanto a un anime que ya tuviera una temporada entera emitida. ¡Solo nos arrepentimos de no haberla empezado antes ;)!

Para reseñarlo, debemos comenzar hablando un poco de su género: Tate no Yuusha no Nariagari, también conocido como The Rising of The Shield Hero (el ascenso del Héroe del Escudo) está considerado un Isekai, es decir, un género de fantasía en el que un protagonista o grupo de protagonistas (¿recordáis Digimon?) son transportados a un universo paralelo o quedan atrapados en él por alguna circunstancia. También tiene ciertos toques Seinen, y no se cortan en mostrar sangre y cruentas batallas. 

Normalmente se inspiran en el mundo digital y tecnológico, aunque no siempre. Pues bien, los Isekai han pegado muy fuerte en el panorama del manganime este último año, y la verdad es que no sabíamos muy bien de donde venía de nuevo esta moda tan repentina, pero ya se sabe que cuando se abusa mucho de un género en un corto espacio de tiempo, termina cansando al público. Por eso elegimos The Rising of The Shield Hero entre los nuevos Isekai, nos pareció el más atractivo e interesante y por la temática intuíamos que sería de nuestro agrado.

Si os gusta el anime, y además sois aficionados a los videojuegos o juegos de rol ¡no os lo podéis perder! Así como Goblin Slayer nos mostraba una partida rolera donde los dioses lanzaban los dados, en Tate no Yuusha acompañaremos al Héroe del Escudo en sus aventuras, luchando contra un estupendo abanico de monstruos, subiendo de nivel y aumentando las estadísticas de su escudo.

¿Y por qué un escudo y no un arma? Esa es precisamente la premisa sobre la que se basa la historia. El personaje defensivo en los videojuegos siempre es el menos apreciado por los jugadores, que muchas veces prefieren optar por un perfil de ataque, ya sea cuerpo a cuerpo con lanzas o espadas, o a distancia mediante un arco. Pero… ¿Quién elige a un personaje que sólo puede portar un escudo? Nuestro protagonista no tendrá más remedio que adecuarse a las circunstancias y aprender a sacarle partido a su equipación legendaria. Pronto comenzaremos a ver sentimientos de frustración y rechazo, que Naofumi tendrá que canalizar de la mejor forma posible; también descubriremos el inmenso potencial del escudo… y el oscuro poder que puede albergar. Aquí tocamos el primer concepto más complejo y profundo de este anime: El aislamiento social y el deseo de limpiar un nombre mancillado sin motivo.

Pero las semejanzas con los videojuegos no terminan ahí. Además de que los protagonistas nombran varios títulos concretos y hacen pequeñas referencias a lo largo de los episodios, veremos muchos más aspectos relacionados con el género. Naofumi tendrá, por ejemplo, que empezar matando a criaturas de bajo nivel para adquirir experiencia, para poder enfrentarse a otras más poderosas hasta llegar al máximo nivel disponible en su clase y tener la opción de subir de clase. Incluso descubrirá, avanzada la temporada, cosas que tendría que haber sabido desde el primer momento acerca de las habilidades de las armas legendarias. (¿Os suena eso de descubrir casi al final del juego una manera mucho más sencilla de hacer algo o ir a algún sitio?)

También tendrá que aumentar las características de su escudo, así como mejorar su árbol de habilidades, que por cierto es una maravilla a nivel conceptual, mediante los objetos que dejan los monstruos tras ser derrotados, o comprar nueva equipación y armaduras en su tienda favorita. Aquí tenemos que puntualizar el tremendo personaje que nos regalan, un armero de lo más habilidoso, al que enseguida cogeremos cariño, pues sabemos que hará lo posible por crear el arma o la armadura que necesita Naofumi, dándole a todos los accesorios un toque propio, un aire de “bandido” de lo más atractivo a nivel visual. Esto es sin duda un guiño, ¿Cuántas veces nos ha pasado en los RPG’s o MMO RPG’s, que a base de comprar y equipar armas y armaduras cada vez más extravagantes, acabamos pareciendo un mensajero del caos en lugar de un héroe?

A lo largo de la temporada iremos conociendo nuevos personajes, y si bien los cuatro héroes legendarios son chicos, hay una tremenda presencia femenina en la serie, llegando incluso a resultar excesiva en ciertos momentos. En nuestra opinión, es una buena opción para equilibrar con los héroes legendarios, pero puesto que el peso de la trama recae en Naofumi y su “grupo”, tendremos personajes femeninos para rato, y muy buenos, además. Por suerte, no cometen el error de introducir ecchi innecesario o historias románticas fuera de tono, sino que cada personaje se mantiene en su lugar y va creando sólidos lazos con aquellos que tiene alrededor.

En especial destacamos a Raphtalia, una semihumana con una historia personal desgarradora, y cuyo diseño de personaje nos parece una auténtica pasada, sobre todo teniendo en cuenta su aspecto en los primeros capítulos y cómo logra una evolución física y mental una vez avanza la temporada. ¡De nuestros favoritos!

Sin embargo, no debemos olvidar que estamos en un mundo real, no en una ilusión digital, por muchas semejanzas que encontremos. Aquí los actos tienen consecuencias, y nuestros protagonistas deben ser muy cuidadosos con las relaciones que entablan, los lugares que visitan y las acciones que realizan. No solo veremos batallas contra temibles monstruos, sino que nos presentan una serie de subtramas de lo más interesantes, que contribuyen al desarrollo psicológico de los personajes. Bestias mitológicas, traficantes de esclavos, una religión opresora, un reino matriarcal, comercio nómada… Todo muy bien hilado y formando un tapiz rico en matices.

Otro aspecto positivo es la fluidez de los conflictos, en lugar de detenerse varios capítulos en disputas interminables, buscan soluciones sencillas y viables, permitiendo que la trama avance y nos mantenga en vilo en todo momento, empatizando al 100% con los dilemas morales de Naofumi.

Ahora bien, hemos hablado de monstruos y de levear a los personajes, pero… ¿Quién es el villano en toda esta historia? Además de descubrir interesantes intrigas políticas y juegos a dos bandas, el principal enemigo al que tienen que enfrentarse nuestros héroes es un fenómeno llamado “Olas”. Llegan cada cierto tiempo, sumiendo al mundo en el caos, liberando oleadas de monstruos que no se agotarán hasta que el “jefe final” sea derrotado, siendo diferente en cada caso. Superar las Olas es precisamente el motivo por el que los héroes fueron convocados, pero no tardarán en descubrir que guardan más de un secreto.

Sin embargo, tenemos que comentar algo sobre la estructura de la temporada. Es posible que cuando lleguéis al capítulo 21 os preguntéis qué diablos queda por contar, pues el tono es el de un capítulo de final de arco como Dios manda. Pero aun restan cuatro capítulos más, en los que nos presentarán hacia donde se encamina nuestro héroe y su misión a largo plazo, de forma que nos pique la curiosidad para continuar con la serie. Creemos que es importante conocer este dato antes de verlo, pues a nosotros nos pareció un poco extraño y nos cortó algo el ritmo.

Aunque a lo largo de toda esta reseña le damos un tinte mayoritariamente positivo a The Rising of the Shield Hero, tenemos que reconocer que carga con algún que otro estigma: Por un lado, la sobresaturación en el mercado actual de Isekai, lo que puede provocar que la serie te parezca “una más” si llevas vistos unos cuantos animes del género. Por otro lado, trasladar un videojuego de rol al anime pierde muchísimo si no te atraen ambos aspectos, perdiendo gran parte de la gracia en la trama. Además, podemos ver múltiples clichés a lo largo de los episodios, por muy bien implementados que estén. No se trata de una obra original o genuina, pero si logramos dejar todo esto a un lado, resulta de lo más entretenida y disfrutable, de esas en las que no podemos ver un único capítulo cada vez.

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