A nivel técnico y de dirección es una auténtica maravilla, de las mejores series españolas con las que nos hemos topado. Todo funciona de la misma manera que el plan del Profesor: Orquestado, con cambios de ritmo perfectos, unos planos increíbles y un despliegue de factura visual inolvidable. La banda sonora no se queda atrás, hay un tema en especial al que se recurre a menudo, “Bella Ciao”, que nació como un canto de la resistencia partisana italiana durante la II Guerra Mundial. Esta sintonía no es sólo una canción sino un símbolo contra el fascismo en toda Europa. En La casa de papel, “Bella Ciao” funciona como hilo conductor de la trama, sirviendo también como colofón final. En cierto momento, Tokio nos cuenta un poquito más acerca de ella: “La vida de El Profesor giraba en torno a una única idea: ‘resistencia’. Su abuelo, que había resistido junto a los partisanos para vencer a los fascistas en Italia, le había enseñado esa canción. Y luego, él nos la enseñó a nosotros”.
Álex Pina, el creador, utiliza potentes conceptos para introducirse en la mente de los espectadores, y quedarse para siempre. Si en Vis a Vis predominaban los monos amarillos, aquí nos pasamos a un rojo sangre, que nos causa una sensación similar a la de los atuendos de las criadas de Handmaid’s Tale. El color en el mundo audiovisual es muy poderoso, y aquí han sabido tratarlo a conciencia para lograr su objetivo, acompañándose de singulares máscaras al más puro estilo V de Vendetta, que lograrán que nos esforcemos por recordar a los personajes que hay tras ellas, y que por ende, empaticemos con ellos de forma más visceral.
Habrá muchos que digan que La casa de Papel se sostiene sobre principios inverosímiles o que no terminan de explicarse, y tenemos que mostrarnos en desacuerdo. Para aquello que parezca “un cabo suelto” o “un hilo del que tirar”, nuestro grupo se encargará de sembrar las semillas para que nosotros nos formemos una opinión al respecto, cuando en otras producciones este tipo de nimiedades se obvian. Por ejemplo, es cierto que se dan situaciones improbables, pero no olvidemos que hablamos de ficción, al fin y al cabo, y el Profesor no deja de recordarnos que “es un hombre con suerte”. Oslo, por su parte, puede parecer un personaje desaprovechado pues apenas tiene líneas de diálogo, pero siempre es necesario alguien que se mantenga a la sombra, y ya se encargan de dejarnos claro que es muy callado y serio. Detalles como estos pueblan las escenas de esta serie, que en conjunto nos pareció grandiosa, aunque como todo, siempre hay aspectos que se pueden mejorar.
Reviews ( 0 )