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[Reseña] Aladdin

by DéjenseVer
Tiempo de lectura: 4 minutos

Sinopsis & Ficha Técnica

Aladdin es un desafortunado ladronzuelo enamorado de la hija del Sultán, la princesa Jasmine. Para intentar conquistarla, acepta el desafío de Jafar, que consiste en entrar a una cueva en mitad del desierto para dar con una lámpara mágica que le concederá todos sus deseos. Allí es donde Aladdín conocerá al Genio…

  • Título original: Aladdin
  • Año: 2019
  • Duración: 128 min.
  • Género: Fantástico, Musical
  • País: Estados Unidos
  • Dirección: Guy Ritchie
  • Guion: John August, Guy Ritchie
  • Música: Alan Menken
  • Fotografía: Alan Stewart
  • Productora: Walt Disney Pictures
  • Reparto: Mena Massoud, Naomi Scott, Will Smith, Chico Kenzari, Billy Magnussen, Nasim Pedrad, Numan Acar, Navid Negahban, Amir Boutrous, Jordan A. Nash, Taliyah Blair, Aubrey Lin, Omari Bernard…

Tráiler

Reseña

Las películas clásicas llevadas a Live Action por parte de Disney no siempre salen bien paradas, aunque suelen tener una taquilla bastante aceptable. Hasta ahora, a nosotros no nos había convencido ninguna del todo, excepto tal vez Alicia en el País de las Maravillas de 2010 o La Cenicienta de 2015, sobre todo por su magnífico vestuario. Atrás quedaron Maléfica (o Benéfica, como también se la llegó a conocer en la red), La Bella y la Bestia, que podría haber destacado muchísimo más, un Libro de la Selva algo incoherente, Christopher Robin, que más o menos cumplió con lo que prometía, o Dumbo, que todavía no hemos tenido ocasión de ver.

Hasta hace pocas semanas, en el horizonte de los estrenos del género atisbábamos El Rey León y Aladdin, aunque no sabíamos muy bien qué esperar de ninguna de ellas. Una vez visionada ésta última, y con bajas expectativas, por fin podemos decir que hay un live action -casi- a la altura de su versión animada, eso sí, con sus luces y sombras. Nos divertimos, tarareamos y lloramos, aunque seguimos echando en falta la chispa de antaño.

Lo que destaca por encima de todo en este proyecto es el apartado visual. Colorido, muy colorido. Tanto que podría resultar hortera si no supiéramos lo que estamos viendo. Eso, y un desfile de efectos y CGI bastante apabullantes, sobre todo desde que Will Smith hace aparición, que nos dejarán pegados a la butaca durante las dos horas y diez minutos que dura esta adaptación. Además, la disfrutamos en una sala láser con sonido Atmos, así que prácticamente se nos metía la arena en la boca. El vestuario es maravilloso, tanto el masculino como el femenino, así que en ese aspecto le damos un tremendo sobresaliente.

Eso sí, en nuestra opinión estiran demasiado el momento estelar del Genio, ya que la sucesión de acontecimientos es algo diferente a la versión de 1992 y tardamos más de media hora en conocer al simpático ser azul salido de la lámpara. Esto provoca un cambio de ritmo bastante negativo en la cinta, pues empieza de forma lineal, manteniendo el interés, pero llega un momento en el que cae en picado por el mal planteamiento del villano y su insulsa influencia, hasta que llegamos a la Cueva de las Maravillas y Will Smith nos deleita con lo que mejor sabe hacer: ser él mismo, y además consiguiendo recordar al mítico y entrañable Robin Williams, añadiéndole su carácter desenfadado. Es entonces cuando película despega nuevamente con sus fenomenales poderes cósmicos para mantenerse con un equilibrio estupendo hasta la aparición de los créditos.

Por otro lado, “La nueva canción de Jasmine” que no se encontraba en el largometraje original y que sería incluida de forma inédita en esta versión, fue muy comentada por redes, pues el mensaje iba relacionado con la mujer empoderada, prometiéndonos que Jasmine iba a destacar con ella y la veríamos crecer. Ahí ya se nos levantó la ceja, que manía con introducir este tipo de conceptos en todas partes, vaya con la trama o no. Esto no quiere decir que nos posicionemos en contra, ni mucho menos, pero sí que nos parece fuera de lugar el aprovechamiento por parte de la industria para divulgar algo tan importante de forma tan oportunista.

Pues ¡oye! Al final acertaron de lleno con la cancioncita. No podían haber elegido mejor manera para mostrarla y representarla, nos quedamos súper satisfechos con ella, excepto por un detalle: Los movimientos de la princesa mientras canta son CALCADOS de Let it Go de Frozen. Entendemos que para películas de animación se rescaten fotogramas para ahorrar trabajo, pero si empezamos a hacer lo mismo con actores reales, señores de Disney, queda un poco cutre.

Continuando con los pocos aspectos negativos, el punto más flojo de Aladdin es el villano, Jafar. Un actor demasiado joven al que alguien tuvo la genial idea de asignarle a Fernando Cabrera como doblador, muy conocido por doblar de forma impecable a Sheldon Cooper en The Big Bang Theory, que nos saca por completo de su aura de “malo maloso”. Para valorar correctamente este punto tendremos que volver a ver la película en versión original, pero desde luego en español no nos ha llenado para nada, pues se trata de un perfil de personaje muy asumido y que carece de la tonalidad necesaria para asociarlo con un villano.

Y ahora lo más importante de una película tratada como un musical: Las canciones. ¿se mantienen fieles? Si y no, como siempre tendremos cambios en la traducción, y es difícil que nos gusten los añadidos a canciones que nos sabemos al dedillo. Aun así, las que interpretan el Genio y Jasmine están bastante bien, en nuestra opinión las que menos destacan son las de Aladdin (exceptuando “Un mundo ideal”, en la que ambos se lucen), que no llega a transmitirnos el carisma de la desaliñada rata callejera que ya conocíamos, a pesar de que el actor se muestra bastante cómodo en su papel, en el que además nos regala un par de momentos de parkour muy vistosos.

Para terminar, no podemos dejar de mencionar a Iago y Abú, el loro y el mono al que tanto cariño les tenemos. Ambos se mantienen justo en el lugar que les corresponde, ayudando al tono cómico de ciertas escenas sin resultar cargantes, y pasando desapercibidos cuando deben hacerlo. Y Rajah, el tigre, está elaborado de manera intachable, a la altura de Shere – Khan e incluso superándolo. 

Para los que tuvierais el VHS de Aladdin rayado de tanto verlo cuando erais pequeños, sabed que hay bastantes líneas de diálogo idénticas, lo que seguro os contentará, aunque sobre todo la parte final sufre algunos cambios de localización, en nuestra opinión justificados por las escenas añadidas respecto a la versión del 92. Nos hemos quedado con muy buenas sensaciones, con un sentimiento de agradecimiento hacia todo el esfuerzo dirigido a este proyecto, y aunque las películas que marcaron nuestra infancia son insuperables, creemos que ahora sí que van por buen camino.

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