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Odaiba & Shibuya | JapanTrip Día 2

by Déjense Ver
Tiempo de lectura: 9 minutos

Antes de comenzar…

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Japan Trip Día 2

  1. Reloj de Miyazaki
  2. Bahía de Odaiba
  3. Fuji TV
  4. Gundam
  5. Mega Web History Garage
  6. Almuerzo Tonkatsu C.C. Decks
  7. Cruce de Shibuya & Hachiko
  8. Harajuku & Parque Yoyogi
  9. Una dulce parada en la cafetería Shu

1. Reloj de Miyazaki

La popularidad de Studio Ghibli es indiscutible, y antes de realizar nuestra visita al Museo Ghibli, programada para el día 4 de nuestro JapanTrip, nuestro guía nos llevó a este precioso reloj, llamado Nitele Big Clock, también conocido como Reloj Ghibli, situado muy cerquita de la estación de Shiodome, en Tokio. Ya nos habían aconsejado algunos amigos que habían viajado a Japón antes que nosotros, que hay que ir con los ojos bien abiertos por las calles, porque de repente, encuentras maravillas como esta, escondida entre varios rascacielos.

El reloj se encuentra adosado a las oficinas de Nippon Television, y si habéis visto las películas del estudio, reconoceréis su marcada estética de El Castillo Ambulante. Mide 12×18 metros y pesa más de 20 toneladas, diseñado por Miyazaki y fabricado por Shachimaru Kunio en cobre y hierro, en un proyecto que tardó 6 años en completarse. Kunio también es el artífice del Robot de El Castillo en el Cielo, del piso superior del museo Ghibli. Puede escucharse entre semana a las 12:00, a las 15:00, a las 18:00 y a las 20:00, y los fines de semana también a las 10:00. El funcionamiento de sus componentes comienza unos minutos antes de la hora, así que si no queréis perderos el espectáculo, ¡estad atentos!

2. Bahía de Odaiba

Después del torbellino de colores, sonidos y tiendas que vivimos el día 1 de nuestro Trip en Akihabara, agradecimos un paseo por la Bahía de Odaiba, donde a lo largo del día disfrutaríamos de varias paradas frikis. 

Odaiba es una isla artificial en la bahía de Tokyo, conectada con el centro de la ciudad a través del Rainbow Bridge, con estupendas vistas de la ciudad desde su playa. Cuenta con una réplica de la Estatua de la Libertad, lógicamente de menor tamaño que la de Nueva York, aunque en realidad se trata de una copia de la que está ubicada en el río Sena en París, erigida en Tokyo para ensalzar las relaciones entre Francia y Japón.

La isla fue construida en su origen como fortaleza defensiva contra ataques navales en 1853, erigiendo seis fortalezas en seis islas, equipadas con baterías de cañones. Posteriormente se fue añadiendo tierra para unificar las islas, hasta llegar a lo que tenemos hoy día. Lo más irónico de todo esto es que el motivo principal fue evitar las invasiones que pudieran producirse por vía naval en el mismo año en el que llegaron los navíos del Comodoro Perry, así que fue totalmente inútil. 

Aquí también podemos encontrar una de las dos playas de Tokyo, en la que lamentablemente no está permitido el baño. 

3. Fuji Television

La sede de la cadena de televisión japonesa Fuji TV llama la atención desde que llegamos a la Bahía de Odaiba, por la preciosa esfera que forma parte de la arquitectura del edificio, y que por supuesto, es un mirador. La esfera mide 32 metros de diámetro, pesa 1.200 toneladas y está situada a 123 metros del suelo. La entrada al mirador cuesta unos 500 yenes, el resto de la visita es gratuito, aunque nosotros no subimos porque preferimos ir a la tienda de Fuji TV, que está justo debajo, ¡y nos encantó! Además, habíamos elegido como mirador la Tokyo Tower, a la que iríamos el día 3 de nuestro Japan Trip.

Es una visita muy amena y entretenida, donde podremos ver diferentes figuras a tamaño real, de One Piece o Laugh-kun, el simpático perro azul, mascota de la Fuji TV. También os recomendamos pasar por la tienda, además de merchandising de muchas de las series del momento, tienen una máquina para comprar monedas conmemorativas inspiradas en Dragon Ball, que además podéis grabar con vuestros nombres y la fecha, por un precio bastante asequible. Por supuesto, One Piece causa sensación y acapara muchos de los expositores, pero aun así conseguimos llaveros y otras cosas molonas de The Promised Neverland o Psycho-Pass.

En el momento de nuestra visita celebraban el 45 aniversario de Gachapin, así que en la Fuji Tv Gallery tenían montada una pedazo de exposición gratuita. Nosotros no conocíamos a los personajes, pero como siempre, demuestran mucho cariño y buen hacer al montar este tipo de exposiciones. Eso sí, ¡dejamos nuestra huella!

Gachapin es un popular personaje de televisión japonés, que apareció en el programa infantil Hirake! Ponkikki y su serie sucesiva, Ponkickies en Fuji TV. Es un dinosaurio verde y usualmente lo acompaña su amigo Mukku, un Yeti rojo.

4. Gundam

Aquí tuvimos oportunidad de ver en primera persona lo impresionante (en serio, cualquier apelativo se queda corto) que resulta el Gundam, una de las atracciones de la zona, tanto por su increíble tamaño como por su riqueza en detalles, y verlo de noche, es otro espectáculo completamente distinto.

Se encuentra situado detrás de los estudios Fuji Tv, nuestra parada anterior, en la plaza del centro comercial Diver City. Pero es que además, el Gundam no es siempre el mismo, lo han ido cambiando a lo largo de los años. Desde 2012 hasta principios de 2017 ocupaba la plaza un Mobile Suit Gundam, que fue sustituido en septiembre por el Unicorn. Una auténtica pasada de casi 20 metros de alto.

También había un simpático Bumblebee, apoyando la campaña promocional de la nueva entrega de Transformers. Pero este Unicorn no es el único motivo para visitar la zona, ya que a sus pies también podremos encontrar el Gundam Café, una coqueta tienda donde comprar un capuccino y llevarnos algún souvenir o algo de merchandising, además de un stand especializado en maquetas de Gundam

Si vais con tiempo y os gusta ir de tiendas, recomendamos reservar algo de tiempo para visitar los centros comerciales que os vayáis encontrando, porque tienen comercios realmente interesantes. Nosotros, por lo menos en Gran Canaria (seguro que habéis oído que vamos sobrados de centros comerciales, los hay a patadas) vemos más o menos siempre lo mismo, las 20 o 30 franquicias de turno que atiborran las áreas comerciales, dejando espacio solo para tres o cuatro tiendas que merezcan la pena, pero desde luego Tokio es otro mundo. En cada esquina hay un comercio que se sale de lo habitual, o algo que merece la pena ser visto. 

5. Mega Web History Garage

Por inesperada, tal vez esta fue una de nuestras visitas favoritas del viaje. Fue una sorpresita preparada por Raúl, nuestro guía, y nos encantó. Está dividido en tres secciones: Showcase, Ride Studio e History Garage, siendo esta última la elegida para nuestra ruta. Esta zona está dedicada a exponer la historia del automóvil, y se encuentra magníficamente ambientada alrededor de los años 60 en Tokyo, siendo el atrezzo tan importante como los propios vehículos. Una visita obligatoria para los amantes del motor, e incluso para aquellos interesados en escenografía, pues el trabajo de ambientación es magnífico. En la planta inferior también hay una amplia selección de coches de rally y un taller donde podremos ver cómo los operarios restauran coches antiguos. 

Parece mentira que un museo de estas características sea gratuito, no dejamos de sorprendernos al encontrar puntos de interés de este tipo en Tokyo. Por cosas mucho menos trabajadas nos sacan los cuartos en España, no quisiéramos ni imaginar lo que harían con un museo así. 

Y lo mejor de todo es que no solo está concebido para los amantes del motor, los frikis también tenemos nuestro espacio porque al final del recorrido podremos encontrar nada mas y nada menos que… tachán tachán… un DeLorean! Precioso, nos emocionamos muchísimo al poder estar tan cerquita. 

6. Almuerzo en Tonkatsu Wako, C.C. Decks

Una vez más, comimos estupendamente. En esta ocasión no fue tan barato como el Ramen Hidakaya, pero bien valía su precio. El Tonkatsu es un plato muy popular de la gastronomía japonesa, y se trata de una chuleta de cerdo sin hueso, con carne súper blanquita, que se empana pasándola por harina, huevo batido y panko, y después se fríe. Se acompaña de salsa tonkatsu, una salsa japonesa espesa tipo Worcestershire y de una pizca de karashi amarillo, una mostaza muy, muy picante. ¡Cuidado! El Tonkatsu se sirve con arroz, sopa de miso (en nuestro caso de almejas) y tsukemono, verduras encurtidas. Lo curioso es que puedes repetir cuantas veces quieras arroz y sopa. También lleva de guarnición daikon rallado. 

En Wako encontramos de los mejores Sampuru que vimos durante nuestro viaje. Tal como explicamos en el post de las curiosidades, los Sampuru son réplicas de resina elaboradas de forma artesanal, que representan fielmente los platos que sirven en el local.

En este restaurante nos ocurrió una de las mejores anécdotas del viaje: Las 12 personas de nuestro grupo quisimos entrar a comer al mismo tiempo. Hasta aquí todo normal, por lo menos en países como España, donde ir a comer en grupo es algo bastante habitual. Además, el local se encontraba prácticamente vacío en ese momento, apenas 3 de las 10 o 12 mesas ocupadas, pero el cocinero, al vernos entrar «en estampida» puso los brazos en cruz y se negó a dejarnos pasar. Por suerte Raúl pudo dialogar con la chica, y accedieron a un pequeño «trato» para que pudiéramos entrar. Esto sucede en España y montamos un pollo de aúpa, ¿verdad? Pues ellos tienen sus propios motivos:

El chef quiere dar siempre la imagen perfecta, y su misión es que los comensales disfruten de la comida todos a la vez, así que puesto que se vio incapaz de preparar 12 platos al mismo tiempo con la calidad suficiente, prefirió no ofrecernos un servicio que él sabía que sería deficiente de antemano, antes que hacernos esperar, a pesar de que le insistimos en que no nos importaba aguardar un rato. ¿la solución? entrar en dos grupos de 6 con 10 minutos de diferencia. En esos 10 primeros minutos, ya había atendido y servido al primer grupo. Parece una tontería, pero tienen sus razones y prefieren no prestar un servicio que hacerlo sabiendo que no están dando lo mejor de sí mismos. Para nosotros puede que no haya diferencia entre ocupar el restaurante usando 4 mesas para el mismo grupo, pero para ellos significa retrasar y hacer esperar a todos los que vengan después, ya que cada mesa debe servirse completa antes de pasar a la siguiente.

7. Cruce de Shibuya & Hachiko

Cruzar un par de veces por el mítico cruce de Shibuya es indispensable para cualquier viajero que visite Tokyo. Hasta que no está uno a pie de calle no se da cuenta de la aglomeración de gente que se forma en apenas dos o tres minutos. Además, tenéis también la emotiva estatua de Hachiko, en la que por supuesto hay que hacer una buena cola para poder fotografiarse junto al adorable perrito. 

Para los que no conozcáis la historia, Hachiko fue un perro de raza akita, que acompañaba a su dueño, Hidesaburō Ueno, a diario a la estación cuando éste iba a trabajar, y al final del día volvía a recibirlo. En 1925, el profesor Ueno sufrió una hemorragia cerebral mientras daba clase en la Universidad y falleció. Esa tarde Hachikō corrió a la estación a esperar la llegada del tren de su amo, y no volvió esa noche a casa. Se quedó a vivir en el mismo sitio frente a la estación durante los siguientes 9 años de su vida, y fue alimentado y cuidado por todos aquellos que se habían percatado de la curiosa rutina entre el perrito y el profesor. En 1934, una estatua de bronce fue erigida en su honor en la estación Shibuya, y el propio Hachikō estuvo presente el día que se inauguró.

En 1935, Hachikō fue encontrado muerto frente a la estación. Nueve años después, en 1944, debido a la Segunda Guerra Mundial, la estatua de bronce tuvo que fundirse para fabricar armas. Pero en agosto de 1947 se erigió otra que aún permanece.

8. Harajuku y Parque Yoyogi

Si no se os hace muy tarde en Shibuya, podéis dar un paseo de unos 20 minutos hasta Harajuku, y hacer una parada en el parque Yoyogi, que cierra a las 18:00, aunque si vais más temprano podréis llegar a tiempo de entrar al templo. Lo ideal es dedicarle unas cuantas horas para una tranquila jornada al aire libre, ya que es el cuarto parque urbano más grande de Tokyo y tiene muchos lugares bonitos para ver. El domingo es el día ideal para la visita, pues podrás ser testigo de un espectáculo de las tribus urbanas más dispares y extrañas; se reúnen para bailar, hacerse fotos y pasar el rato.

En nuestro caso acudimos a última hora un día entre semana y no pudimos pasar a ciertas zonas, pero se respiraba un ambiente de paz y tranquilidad espectacular, que nos dejó con ganas de repetir en otra ocasión. ¡El paseo nos supo a gloria! Ver cómo se iban encendiendo los farolillos a nuestro paso mientras anochecía fue mágico. 

9. Una dulce parada en la cafetería Shu

¿Qué mejor para terminar este fantástico día que un buen trozo de tarta? ¡Sobran palabras! Esta cafetería esta muy cerquita de la estación de Harajuku, en la calle principal que veréis de frente repleta de tiendas de moda. 

Y hasta aquí nuestro itinerario del día 2 ¡Gracias por leernos!

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